Éxito simple – Adar

אני מלא בשמחה

Éxito simple – Parashat HaJodesh (la Luna Nueva)

 

“Dijo Rav Yitzchak: Si una persona se hace simple, Hashem es simple con ella. Rav Oshaya enseñó: ‘Cuando una persona es sencilla con Hashem, la hora se mantiene por ella’” (Masejet Nedarim).

 

Rebe Najman enseñó: “El principal trabajo espiritual es la simplicidad…. Aunque uno no debe ser tonto, sí debe ser simple”. (Likutey Moharan II:44; Sijot HaRan, #51)

“El principal trabajo espiritual es la simplicidad…. Aunque uno no debe ser tonto, sí debe ser simple”.

Rav Noson, z”l, explica que Parashat HaJodesh alude a “Yaakov Ish Tam” – Yaakov Avinu que es llamado el “hombre simple o íntegro” en la Torá. La palabra tam indica integridad, pero también simplicidad, en el sentido de estar libre de complicaciones. Muchas personas terminan lejos de sus objetivos espirituales porque tratan de apresurar su crecimiento. Quieren pasar de un nivel a otro lo más rápido posible. Pero todo el mundo tiene una hora de redención, un momento de favor Divino en el que el camino hacia adelante está abierto para ellos. Por lo general, cuando uno trata de apurar su hora, fracasa; tal como aprendemos en Pirkey Avot: “Aquel que apura la hora, la hora lo apura a él”.

Pero, ¿por qué no se facilita nuestro progreso? ¿Por qué tenemos que ser tan pacientes y superar los obstáculos? Los Sabios enseñaron que no progresamos a voluntad porque Hashem desea nuestras plegarias. E incluso mientras esperamos y rezamos, está prohibido intentar forzar las cosas. Si actuamos con simplicidad y esperamos, Hashem nos lo entregará. Pero si acudimos con reclamos al Todopoderoso, estamos demostrando falta de confianza. ¿Acaso no sabemos que nuestro amado Padre jamás nos infligiría dolor innecesariamente? Tenemos que esperar y rezar, trabajando con la simple emuná de que todo es para bien y que nuestro alivio -ya sea de las dificultades físicas, del dolor profundo o de las dificultades espirituales- finalmente llegará. Llegará el momento en que nuestra oscuridad se ilumine y veamos el mundo y nuestro dolor en un contexto diferente. Por hoy, espero y confío en que Hashem me liberará de mi esclavitud personal en Egipto a la libertad de la Torá… en el momento preciso.

 

(Basado en Likutey Halajot, Nezikin, 5)