“Este mes será el primer mes para ustedes” (Shemot 12:2)
Rebe Najman enseñó: “No es bueno ser viejo. Incluso un viejo jasid o un viejo tzadik no es algo bueno. Uno necesita renovarse a sí mismo empezando de nuevo cada día…” (Sijot HaRan, #51)
Rebe Najman enseñó: “No es bueno ser viejo. Incluso un viejo jasid o un viejo tzadik no es algo bueno
Reb Noson explica que Parashat HaJodesh (leemos esta porción de la Torá este Shabat) alude a la renovación, así como la luna se renueva cada mes. Lo principal es evitar la trampa de sentirse viejo. El Rebe menciona que “incluso” un jasid o tzadik necesita renovarse constantemente; esto se aplica aún más cuando el alma está verdaderamente alejada de Hashem. Si una persona ha caído al lugar más bajo que existe, no debe permanecer atrapada allí sin moverse. Y si incluso al tzadik se le prohíbe sentirse satisfecho con los altos niveles espirituales que ha alcanzado, entonces ¿cuánto más debe trabajar en la renovación aquella persona que se encuentra en un nivel tanto más bajo? El fundamento del judaísmo es seguir empezando de nuevo, independientemente de los logros espirituales que uno pueda haber alcanzado, o la falta de ellos. Todos debemos alcanzarnos a nosotros mismos y ascender continuamente de un nivel a otro, dondequiera que nos encontremos.
Si tan sólo entendiera que mis esfuerzos en el servicio de Hashem nunca deben volverse rancios, sino que siempre deben permanecer frescos y renovados… Es verdad que me he acostumbrado a pensar que el crecimiento espiritual tiene por objetivo alcanzar una meseta de perfección en la que todo el esfuerzo se detiene, y necesito acabar con esa idea errónea. Es exactamente todo lo contrario: estar vivo espiritualmente significa renovarme todo el tiempo, no importa el nivel en el que me encuentre. Así es como puedo generar constante cercanía con mi Creador (Basado en Likutei Halajot, Tefilín 5).
