Las letras de la palabra Elul se pueden reordenar y entonces forman la frase “lo El”- “tiene un Dios”. En el momento en que entendemos que sí tenemos un Dios bueno, un Dios que nos da vida para que podamos arreglar lo que está roto, hemos sentado las bases para que podamos hacer el inventario intensivo de Elul. Sin ese conocimiento, la teshuvá puede convertirse, por desgracia, en un ejercicio de autoflagelación en lugar de lo que debe ser: la limpieza positiva de los desechos y obstáculos espirituales de modo tal que podamos volver a conectar con nuestra Fuente.
Cada día es un regalo que Hashem nos da por una razón… porque Dios está con nosotros. Elul es el momento más dulce cuando comprendemos que cada esfuerzo que hacemos para volver a nuestro Creador es eternamente precioso. Como enfatiza Rebe Najman: “¡No importa qué, ningún buen deseo se pierde!”
En el momento en que entendemos que sí tenemos un Dios bueno, un Dios que nos da vida para que podamos arreglar lo que está roto, hemos sentado las bases para que podamos hacer el inventario intensivo de Elul.
Incluso si sólo queremos cambiar para mejor, eso también es algo real e importante. Reb Noson escribe que vale la pena vivir una vida plena incluso por una palabra sincera de plegaria o un deseo santo.
Una plegaria
Querido Dios, ayúdame a hacer todo lo que pueda para acercarme a Ti.
Y ayúdame a recordar que, incluso cuando me quedo corto, no estoy perdido.
“Lo El”- Tú todavía estás conmigo, mientras camino hacia Ti.