Kabalá Breslov 8a parte – Tzimtzum o Constricción 1

Ahora vamos a aprender de qué modo Dios creó el Universo y de qué manera esto empodera nuestra capacidad creativa.

Antes de exponer acerca de los principios de la Kabalá, debemos recordar un importante aviso que nos hacen los Kabalistas: Jamás debemos atribuir forma física a Dios ni a los mundos espirituales. Toda la terminología antropomórfica utilizada en la Kabalá se usa solamente para bajar conceptos de gran profundidad a un nivel en el que podamos entenderlos. Así es que vamos a ilustrar la Creación usando términos figurados como, por ejemplo, “enojo”, “paciencia”, “amor”, “alegría”, “diestra”, “cuerpo”, “mente”, etc. La aplicación de estos términos obviamente humanos de emoción y de forma no se aplican de modo literal a lo Divino.

Debemos recordar un importante aviso que nos hacen los Kabalistas: Jamás debemos atribuir forma física a Dios ni a los mundos espirituales.

Cuando Dios concibió por primera vez la Creación, todo el universo empezó a existir tanto “en potencia” como “en la práctica”. Dado que Dios no está sujeto a las reglas de forma, espacio o tiempo (los cuales Él Mismo creó), cuando Dios “piensa” en algo, el potencial y el acto son una misma cosa. La diferencia entre uno y otro solamente se percibe desde nuestra perspectiva.

Y debido a que nosotros estamos limitados por la forma, el espacio y el tiempo, solamente podemos concebir el pensamiento de Dios como algo que tuvo lugar “antes” de la Creación y la manifestación de ese pensamiento como algo que tuvo lugar “después” de la Creación. Por lo tanto, Dios “tuvo que” delinear el proceso, por así decirlo, para demostrarnos cómo usar nuestros propios poderes creativos para separar entre lo uno y lo otro.

Antes de la Creación, solamente Dios existía. Dios es conocido como el Ein Sof (El Infinito) y Él está en todos lados. El concepto de infinito es tan imposible de captar que los Kabalistas ni siquiera hablan de Dios como el Ein Sof. Más bien, se refieren a Él como el Or Ein Sof (La Luz de Lo Infinito). Sin embargo, podemos afirmar que cuando solamente Dios existía, no había espacio para que otras cosas pudieran existir simultáneamente.

Entonces ¿cómo fue que Dios creó el mundo? El Arizal describe la manera en que se produjo la Creación: Antes de que todas las cosas fueran creadas… la Luz Superna era simple [vale decir, completa y perfecta]. Llenaba toda la existencia. No había ningún lugar vacío que pudiera ser caracterizado como espacio, vacío o vacuo. Todo estaba lleno con esa Or Ein Sof simple. No había categoría de comienzo o fin. Todo era una simple e indiferenciada Luz Infinita.