El nombre hebreo de este mes, Tevet, se puede entender como una contracción de la palabra tav y la letra taf, que es la última letra del alef bet. La primera letra del alef bet es la alef. El Arizal enseña que la ubicación de la letra “taf” es muy significativa: es la que está más lejos de la alef, que simboliza al Alufo Shel Olam, o sea, a Hashem.
La primera parte de Tevet, esa letra tav, también es muy importante. Nuestros Sabios nos enseñan que todo lo que hace el Compasivo, lo hace para tav, para bien.
El Arizal enseña que la ubicación de la letra “taf” es muy significativa: es la que está más lejos de la alef, que simboliza al Alufo Shel Olam, o sea, a Hashem
El mes de Tevet alude a que incluso el nivel más bajo de la taf puede transformarse en tav, en bien. Reb Noson suele escribir que uno nunca debe darse por vencido: “no importa lo que pase”. Por más bajo que hayamos caído, no importa lo que hayamos hecho, nada debe impedir que volvamos a ponernos de pie y seguir creciendo, ahora mismo, dondequiera que estemos. No buscamos faltas, pero si uso mi falta como un trampolín para una renovada conexión con Di-s, entonces esa falta se transforma para bien. Porque si no me hubiera caído, jamás habría sentido esa necesidad de retornar a Di-s. Nuestros Sabios nos revelan que hay un nivel en el cual uno se arrepiente por amor y transforma todos los pecados en méritos. El Rebe Najman nos enseña que todos debemos esforzarnos por acceder a este nivel usando los fracasos como catalizadores para forjar una conexión más profunda con Di-s.
Una plegaria:
Dios Compasivo, ¿cuándo voy a dejar de permitir que mis fracasos espirituales me tiren abajo? Por favor, ayúdame a utilizar mis reveses para acceder a nuevos niveles en mi servicio Divino. He oído que no hay que bajar los brazos, pero ¿cuándo voy a entender esto de verdad? ¿Cuándo voy a dejar de escuchar a mi ego y voy a tener la humildad de usar cada fracaso para encontrarte a Ti? Muéstrame cómo enfocar cada fibra de mi ser en arrepentirme por amor y que me pueda dar cuenta de que cada falta puede repararse, no importa lo que sea.
