Página principal Fiestas JudiasLas Tres Semanas - Tisha BeAv ¡Tengo mucha hambre!

¡Tengo mucha hambre!

Autor: Chaim Kramer
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El tzadik es la luz que ilumina el Templo y todo lo que este representa.

El Rebe Najman explica que el verdadero tzadik es la genuina belleza y gracia del mundo. El tzadik representa las luminarias de luz que iluminan la mente y el sendero de la persona a lo largo de su vida. Y también están las luminarias de fuego, que consumen la vida de la persona con devociones y senderos falsos y hacen que la persona se aleje de Dios. Tal como explica el Rebe, el tzadik es la luz que ilumina el Templo y todo lo que este representa. Por lo tanto, el Midrash explica que el fallecimiento del tzadik es más grave para la nación que la destrucción el Templo (Eijá Rabá 1:37), porque cuando el tzadik se va de este mundo, su iluminación también desaparece y el mundo se queda con la iluminación de fuego, que puede resultar tremendamente perjudicial.

El Rebe Najman explica que el verdadero tzadik es la genuina belleza y gracia del mundo. El tzadik representa las luminarias de luz que iluminan la mente y el sendero de la persona a lo largo de su vida.

El Reb Noson explica que hay cuatro ayunos relacionados con el Templo: 3 de Tishrei, 10 de Tevet, 17 de Tamuz y 9 de Av (Tishá BeAv). Estos corresponden a su vez a los cuatro elementos (fuego, aire, agua, tierra), que son los componentes básicos del mundo. Y los cuatro elementos se obtienen del tzadik, quien es el elemento abarcador que contiene a los cuatro elementos mencionados. La comida también contiene estos cuatro elementos.


Cuando comemos con santidad, estamos extrayendo la fuerza vital del tzadik, la raíz de los cuatro elementos y entonces merecemos vivir una vida equilibrada. Pero el fuego es el elemento que, al desconectarse del tzadik, hace que la persona se “caliente”, ya sea con sangre caliente para cometer pecados, o ira, o cualquier clase de vida desequilibrada. Y cuando come, esta persona está sometida a deseos ardientes que hacen que se aleje de la santidad todavía más.

Por eso, cuando el Templo fue destruido, nuestros Sabios declararon que debíamos ayunar. Debemos dominar nuestros cuatro elementos, nuestros ardientes deseos internos y someterlos a las ideas y la iluminación del tzadik, que es la luminaria de luz. Al hacer luto por el Templo, al ayunar y llorar por su destrucción, merecemos reconstruir el Templo, reconstruir nuestras vidas y mentes y saber con claridad y con una mente iluminada cuáles deberían ser nuestros objetivos en la vida.

 

Basado en Likutey Halajot Taanit 3

 

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