En Parasha Vaiera, Hashem le dice a Abraham que tome a su hijo Itzjak, que viaje a la tierra de Moriá, y allí lo lleve como ofrenda a una montaña en particular. Hashem le diría qué montaña, más tarde.
Rashi explica que Hashem no les dice a los tzadikim toda la información de inmediato, sino que reserva parte de ella. Más tarde, les revelará la información que están buscando. La razón por la que Hashem hace esto es que, a través del proceso de búsqueda, el mérito del tzadik se incrementa.
Hashem no les dice a los tzadikim toda la información de inmediato, sino que reserva parte de ella. Más tarde, les revelará la información que están buscando.
Rabi Noson nos dice que Hashem hace lo mismo con cada uno de nosotros. Podemos encontrarnos en una situación en la que nos falta la imagen completa. No entendemos bien lo que está pasando. Sabemos que se requiere algo de nosotros. No podemos encontrar a Hashem en la situación. Hashem se esconde. Cuando estamos motivados a buscar para encontrar la verdad en una situación, cuando hacemos el trabajo psicoespiritual y nos comprometemos a encontrar lo correcto, nuestros méritos aumentan.
Cuando buscamos y encontramos lo que Hashem realmente quiere de nosotros, esa búsqueda no sólo nos fortalece y afina nuestras capacidades espirituales, sino que también nos acerca a Hashem. También nos da una visión más profunda de quiénes somos y de nuestra misión individual del alma. Es un proceso de autodescubrimiento.
Durante este viaje, tendremos la oportunidad de descubrir y desarrollar aspectos de nosotros mismos y de nuestro servicio espiritual. Tal vez profundicemos nuestra capacidad de rezar con concentración y comprensión. Tal vez reforcemos nuestro estudio de la Torá. Tal vez traigamos más bondad y paciencia a nuestras relaciones. Sea lo que sea que trabajemos durante este viaje, siempre tenemos la oportunidad de crecer. Cuando buscamos a Hashem, también ganamos mérito y recompensa.
Que tengas un día en el que encuentres lo que realmente buscas.