En Miketz, la parsha comienza contándonos que el Faraón tuvo un sueño en el que siete vacas gordas subían del Nilo, seguidas de siete vacas escuálidas. Las vacas flacas se comían a las gordas. El Faraón tuvo un segundo sueño, en el que siete espigas sanas eran devoradas por siete espigas delgadas y secas.
Yosef poseía la capacidad única de interpretar correctamente los sueños del Faraón. Él fue capaz de comprender que las vacas flacas representaban una mala época, una época de hambruna, y que las vacas gordas y sanas representaban un tiempo de bonanza y abundancia. Yosef le dijo al Faraón que se preparara para siete años de hambruna, acumulando reservas de grano mientras la cosecha fuera buena.
Yosef es llamado “Yosef HaTzaddik”. El Tzadik tiene la capacidad especial de elevar cada alma. Él ve lo bueno, y nos ayuda a ver lo bueno. Él nos ayuda a fortalecernos y a prepararnos para los desafíos que tenemos ahora y los desafíos que pueden venir.
Rabi Najman habla mucho de esto. El Rebe nos enseña a buscar lo bueno en las situaciones difíciles y a buscar lo bueno dentro de nosotros mismos. Nos enseña cómo construir ese bien, lo que nos ayuda a prepararnos para los tiempos en los que tal vez no sea tan fácil encontrar el bien. También nos anima a hacer el bien, a fortalecernos en el cumplimiento de las mitzvot. Nos dice que hagamos el bien ¡YA! Reza, di sólo palabras amables, da tzedaká. Busca los puntos buenos en ti mismo y en los demás. Cuando nos preparamos de esta manera, almacenamos la bondad espiritual para tiempos de “hambruna”.
Oímos lo que debemos oír. Sin embargo, a veces oyes o lees una lección que no te parece realmente relevante, y tal vez puede parecer que no tiene nada que ver contigo. Pero si prestas atención, siempre puedes sacar algo bueno de lo que oyes o lees. Toma un poco de sabiduría y guárdala. Prepárate para los momentos en los que ese consejo pueda llegar a ser muy relevante, e incluso pueda salvarte la vida.
A veces te sientes fuerte y feliz y conectado con Hashem. Ni siquiera puedes imaginar no sentirte así. Toma una instantánea mental de este sentimiento. Grábala en el corazón. Prepárate para momentos en los que no te sientas en la cima del mundo, momentos en los que sientas que has caído de tu nivel.
El tzadik ayuda a identificar lo bueno en lo que experimentamos. Nos enseña a prepararnos y fortalecernos. Es el más hermoso regalo.
¡Que tengas un día en el que encuentres y acumules todo lo bueno!