Enseñó Rebe Najman:
Es inevitable que mi yo inferior -mi ietzer hara– o Mala Inclinación, intente ponerme a prueba. Ese es su trabajo. Y seguirá viniendo a hacer sus proposiciones una y otra vez, sin cansarse nunca, sin aburrirse jamás.
Rebe Najman me enseñó a ver esos intentos repetidos como si fuera un vecino molesto que viene a molestarme una y otra vez. Que viene a llamarme una, dos, tres, cuatro veces… Mientras yo no responda a la puerta, finalmente se dará por vencido y se irá.
Es inevitable que mi yo inferior -mi ietzer hara– o Mala Inclinación, intente ponerme a prueba. Ese es su trabajo. Y seguirá viniendo a hacer sus proposiciones una y otra vez, sin cansarse nunca, sin
aburrirse jamás.
Qué significa esto para mí
Eso no significa que pueda olvidarme de él. Pero sí puedo conseguir un buen indulto por un tiempo. Sin embargo, en el momento en el que le muestre algo de interés, él seguirá viniendo obstinadamente. Si tan sólo logro aguantar y no responderle para nada, la tentación pasará.
Lo mismo ocurre con los pensamientos que vienen a distraerme durante la plegaria. Si les doy cabida, estoy perdido. Pero si simplemente cultivo el arte de ignorarlos y seguir con mis asuntos, voy a ver que estoy cada vez más libre de sus molestas interrupciones.
Una plegaria
Amado Creador,
por favor ayúdame a desarrollar el talento necesario
de ignorar el golpe cuando mi yetzer hará viene y me toca a la puerta.
(Basado en Likutey Moharan II:51)