Rabi Noson escribió: “’Confía en Dios y haz el bien’ – para hacer el bien, la persona debe confiar en Dios, tanto en lo que respecta a su sustento como para reunir su propia fuerza interior. La persona requiere una enorme confianza en la bondad de Dios y en Su abundante e inagotable compasión. Quien confía sinceramente en la bondad de Dios es capaz de hacer mucho bien”.
(Hojas que curan el alma, p. 40)
¿Qué significa esto para mí?
Hay muchos proyectos que he emprendido en mi vida que nunca habría tenido el valor de emprender si no hubiera puesto mi confianza en Dios. Hubo momentos en los que mi confianza fue más débil, y mi vida se volvió mucho menos rica por ello; sin confianza, no tenía la fuerza para intentar cosas que parecían estar más allá de mi capacidad. A medida que mi fe y mi confianza se han ido profundizando, me he sentido más capacitada y más libre para intentar muchas cosas que parecen desalentadoras.
Con la confianza, me doy cuenta de que sólo son desalentadoras para mí; no son desalentadoras para Dios en absoluto.
Una plegaria
Dios todopoderoso,
Fuente de toda la energía de la vida,
sin ti estoy indefenso.
Dame el valor…
el impulso físico,
la energía emocional,
y la voluntad espiritual
para arriesgarme a crecer,
para dar la bienvenida a cada desafío
a medida que mi vida va progresando.
(De “The Gentle Weapon”*, p. 4)
