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Planificar el futuro

Autor: Yehudis Golshevsky
שלמות מתוך חסרון
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Había una vez un sencillo sastre. Compró una parcela en el cementerio local y pasaba allí todos los días, recitando todo el Libro de los Salmos. Naturalmente, decía las palabras con gran fervor, ya que estaba en el lugar más adecuado para recordarle que este mundo es sólo una parada temporal en el largo viaje.

 

Reb Yaakov Yosef de Polonoye, uno de los más grandes discípulos del Baal Shem Tov, pasó una vez por el cementerio, cerca de la futura tumba del sastre. Pensó para sí mismo: “Detecto aquí un claro aroma a Gan Eden”. Se dirigió a la sociedad funeraria de la ciudad para comprar la parcela de la que irradiaba el aura especial. “Lo siento”, dijo el funcionario, “pero esa parcela ya fue comprada hace años por Shmerel el sastre”.

 

“Por favor, llámelo de inmediato”, insistió el gran sabio. Reb Yaakov Yosef le preguntó al sastre si estaba dispuesto a venderle la parcela, pero el hombre se negó. “He pasado los últimos diez años preparándolo para que sea mi lugar de descanso final. Usted no puede devolverme mi tiempo”.

 

Cuando Reb Yaakov Yosef escuchó cuánta energía y cuántas lágrimas había vertido el sastre en su futuro lugar de descanso, se quedó asombrado. “Si es así, ¡quiero ser enterrado junto a ti!”, declaró. Inmediatamente compró la parcela vecina para sí mismo.

 

Diez años más tarde, Reb Leib, el Maguid de Polonoye, pasó por la parcela del sastre. “Detecto el aroma del Gan Eden aquí”, pensó. Llamó al sastre y le pidió que se lo vendiera. “Te daré cualquier precio que pidas”, prometió.

 

Pero el sastre se negó. “Lo siento, pero he pasado veinte años preparando este lugar para mi descanso eterno. Todos los días recitaba allí el Libro de los Salmos completo. ¿Cómo puedo vender eso?”

 

El Maguid se quedó asombrado. “¡Si es así, quiero que me entierren junto a ti!”. Y entonces compró la parcela al otro lado del “simple” sastre.

 

El sastre continuó con su práctica diaria ocho años más. Luego falleció y fue enterrado en su parcela, rodeado de los dos grandes tzadikim que ya habían fallecido.

 

Basado en Síaj Sarfei Kodesh III:613

 

 

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