Página principal Consejos espirituales El tesoro de los regalos no ganados – Vaetjanán

El tesoro de los regalos no ganados – Vaetjanán

Autor: Chaya Rivka Zwolinski
אהבה היא גאולה
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“En aquel momento supliqué a Dios, diciendo…” (Deuteronomio 3:23)

 

“Una canción de ascensos. Cuando el Señor devuelva a los retornados a Sión, seremos como soñadores. Entonces nuestras bocas se llenarán de risas y nuestras lenguas de cantos de alabanza; entonces dirán entre las naciones: “El Eterno ha hecho grandes cosas con estos” (Salmos 126:1-2)

 

En Parashat Vaetjanán, Moshe Rabeinu explica que Le suplicó a Hashem en plegaria. Rashi dice que Vaetjanán (supliqué) viene de la palabra “jinún” (relacionado con jen, o gracia) y significa “un regalo inmerecido”. Moshé lo sabía porque el Todopoderoso le había dicho: “Seré bondadoso con quien sea bondadoso” (Shemot 33:19).

Rashi nos enseña que, si bien los justos técnicamente podrían reclamar una recompensa basada en sus buenas acciones, ellos Le piden a Hashem solamente un “regalo gratuito”. En Likutey Moharan 20, El Rebe Najman nos dice que cuando queremos algo de Hashem, debemos rezar para recibirlo solamente como un regalo inmerecido, y definitivamente no como una recompensa por nuestras buenas acciones.

Rashi nos enseña que, si bien los justos técnicamente podrían reclamar una recompensa basada en sus buenas acciones, ellos Le piden a Hashem solamente un “regalo gratuito”.

¿Por qué el Rebe nos insta a pedir sólo un regalo inmerecido de Hashem? El Rebe nos dice que nunca debemos presionar y exigir lo que queremos. No debemos pensar que “merecemos” nada. Las consecuencias de pedir (y mucho menos de esperar o exigir) una recompensa pueden ser imprevistas y calamitosas, ya que no estamos al tanto de las formas en que Hashem mide y evalúa lo que se merece y lo que no. Se nos enseña que Hashem nos trata con amor y misericordia y nos da mucho más de lo que merecemos, ciertamente mucho más de lo que merecen nuestras buenas acciones. No estamos sujetos a una medida estricta con Hashem, y por lo tanto no somos capaces de calcular nuestra recompensa. Confiar en la bondad, la gracia y la misericordia de Hashem es la mejor forma de proceder.

Este próximo Shabat es Shabat Najamú, y en este Shabat, nos sentimos reconfortados después de las constricciones y el luto de Tisha BeAv, los Nueve Días y las Tres Semanas. A través de nuestras lágrimas, rezamos por el fin del exilio y la Redención. Pronto, si Dios quiere, recibiremos el máximo consuelo de Hashem: Él abrirá Su tesoro, por así decirlo, y revelará al Mashiaj, nos devolverá a nuestra Tierra Santa y establecerá el tercer Beit Hamikdash, Amén.

*El Midrash (Shemot Rabah 44) nos dice que Hashem tiene un Otzar Matnat Chinam, un tesoro de regalos no ganados, que los tzadikim pueden tomar y distribuir”.

 

 

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