Considerando la perfección infinita del Creador, parecería que todas nuestras fallas humanas nos transforman en seres absolutamente inadecuados, excepto el desprecio en el mejor de los casos, y el castigo, en el peor. Pero sabemos y creemos que Dios es pura compasión y que el universo está impregnado de inmensa bondad, y que Dios busca siempre el bien de Sus criaturas.
Rebe Najman utilizó un lenguaje tan conmovedor para animarnos a aferrarnos a esta certeza de la benevolencia y el cuidado de Dios:
Considerando la perfección infinita del Creador, parecería que todas nuestras fallas humanas nos transforman en seres absolutamente inadecuados
“Querido lector, mi propio corazón y mi propia alma, sé fuerte y confía en que Dios no te abandonará, porque todo lo que estás pasando ha sido orquestado para tu beneficio ulterior. Confía en Su grandeza, en Su infinita misericordia, porque no hay límites para Su grandeza. Es posible que todo se transforme en bien y que incluso los pecados intencionales se conviertan en méritos. Mantente firme…”.
Una plegaria
Dios de la bondad,
Dios de la bondad,
Dios de amor,
Dios de la misericordia…
Por favor, ayúdame siempre
a ver Tu bondad
y a confiar en Tu infinita compasión y amor por mí.
(Basado en Likutey Moharan II:49)