¡Sigue adelante!

לעשות - זה לבחור לחיות!

Al igual que Rabi Najman, Rabi Noson se embarcó en su propia peregrinación llena de aventuras a la Tierra Santa en 1822. Acompañado por su amigo Rabi Yehudah Eliezer, emprendió un largo viaje por mar de ida y vuelta, y pasó un mes en la propia Tierra. Durante sus visitas a Safed, Meron, Tiberias y Haifa, mantuvo su rutina habitual de estudio de la Torá y la plegaria y continuó escribiendo sus propios discursos de Torá, aprovechando todas las oportunidades posibles para difundir las enseñanzas del Rebe Najman.

 

En la víspera de Rosh Jodesh Tamuz, Rabi Noson estaba ansioso por estar en Meron para rezar en la tumba de Rabi Shimon bar Yojai, autor del Zohar. Llegó alrededor del mediodía y recitó Salmos y otras plegarias, pero se sentía muy débil en ese momento y no sentía que había rezado como hubiera querido.

El comentario de Rabi Noson nos da una interesante visión de su carácter. Esta fue la única vez que visitó la tumba de Rabi Shimon bar Yojai, cuyas enseñanzas Rabi Noson podía apreciar mejor que la mayoría. Rabi Noson ya había acumulado un impresionante conocimiento de todo el Zohar y los escritos cabalísticos. Uno habría esperado que se sintiera muy inspirado cuando finalmente llegó a la tumba sagrada. Sin embargo, él mismo admitió que no se sentía en su mejor momento.

Rabi Noson estaba ansioso por estar en Meron para rezar en la tumba de Rabi Shimon bar Yojai, autor del Zohar. Llegó alrededor del mediodía y recitó Salmos y otras plegarias, pero se sentía muy débil en ese momento y no sentía que había rezado como hubiera querido

En lugar de dejarse abatir, simplemente siguió adelante. Se dirigió a la tumba cercana de Rabí Yojanan HaSandlar, donde comenzó a despertarse poco a poco. Cuando llegó a la cueva de Hillel, ya casi había vuelto a ser él mismo.

 

Unos días más tarde, él y Reb Yehudah Eliezer fueron a Tiberias, donde fueron recibidos con gran honor. Durante los diez días que pasaron en Tiberíades, visitaron las tumbas de Rabí Najman Horodenker, Rabí Menajem Mendel de Vitebsk y Rabí Avraham Kalisker, así como Rabí Meir Baal HaNes, Rabí Akiva, Rabí Yojanan ben Zakkai y sus alumnos, y Tziporah (esposa de Moisés), Yojeved, Bilhah, Zilpah y Avigail. Durante su estancia en Tiberíades también aprovecharon para bañarse en las aguas termales.

 

Extraído de “A través del fuego y del agua: La vida de Reb Noson de Breslov”