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Pasando las nubes – Vaigash

Imagínate el día perfecto. Te levantas a la mañana y Le das las gracias a Dios de todo corazón por haberte restaurado tu neshamá…

A mí personalmente no me gusta el frío. Habiéndome criado en Toronto, recuerdo ir caminando a casa de la escuela a la tarde, ya casi de noche, y sintiendo un frío terrible en los huesos. Incluso hoy en día, estando sentado en el minivan bien calentito, cada vez que el pronóstico del tiempo anticipa un día invernal, yo ya empiezo a imaginarme de qué forma puedo viajar a Florida en un momento… es solamente un vuelo de dos horas y media rumbo al paraíso. Y si bien nunca llego a Florida, el solo hecho de pensar que en alguna parte del mundo hace calorcito ya me hace sentir un poco mejor…

Lo que estoy diciendo no tiene que ver solamente con el estado del tiempo, sino también con el “pronóstico” espiritual. A todos nos gustan los días soleados y cálidos, cuando el cielo está azul y apenas sopla una suave brisa. ¿No sería maravilloso si tuviéramos días como esos también cuando estamos tratando de crecer espiritualmente?

A todos nos gustan los días soleados y cálidos, cuando el cielo está azul y apenas sopla una suave brisa. ¿No sería maravilloso si tuviéramos días como esos también cuando estamos tratando de crecer espiritualmente?

Imagínate el día perfecto. Te levantas a la mañana y Le das las gracias a Dios de todo corazón por haberte restaurado tu neshamá (alma) tan especial. Inicias el día con una plegaria sincera y una dosis muy inspiradora de estudio de la Torá. En el trabajo eres muy productivo y diligente, a la vez que tratas de hacer tiempo para tu familia y tu comunidad. También trabajas sobre tus rasgos de carácter y, por supuesto, evitas caer en la ira, la envidia y la arrogancia. Pero… ¿cuándo fue la última vez que realmente tuviste un día soleado? ¿Por qué los días siempre nos parecen nublados y oscuros?  Todos querríamos vivir mejor, pero “pasan cosas” y entonces perdemos el foco y volvemos a caer en la “realidad”.

Una de las enseñanzas básicas del Rebe Najman es el concepto de ieridá letzorej aliá (caer con el propósito de subir). Esto significa que si bien percibimos que estamos cayendo espiritualmente, en realidad, nos están preparando para nuestro futuro ascenso espiritual.

En nuestra parashá, Jacob ha sufrido durante muchos años debido a que tenía la impresión de que su amado hijo Yosef había muerto. Un día, se entera de que todo ese tiempo había estado equivocado, que Yosef está sano y salvo y que, encima, es virrey de Egipto (¡!). Jacob está feliz de la vida y desea ver de inmediato a su hijo.

Pero también tiene miedo. Yosef vive en Egipto y Jacob vive en la Tierra de Israel. En hebreo, la palabra “Egipto” es Mitzraim (constricciones), que es una alusión a las duras restricciones del exilio. Es un lugar de oscuridad, un lugar frío y nublado. Desde que se enteró de las buenas nuevas, Jacob está feliz y la profecía que lo había abandonado a causa de su estado depresivo ha sido restaurada. ¿Cómo va a “bajar” ahora a Egipto?  Dios le revela: “Yo bajaré contigo a Egipto y Yo también te haré subir de regreso” (Génesis 46:4).

Dios siempre está con nosotros, incluso cuando sentimos que estamos lejos de Él. Allí donde uno va, Dios siempre va con él. Tal vez a nosotros nos parezca un día frío y nublado, pero es que no vemos el sol que se oculta tras las nubes. Solamente Dios sabe lo que es mejor para nosotros y que aquello que percibimos como algo amargo y doloroso es, en realidad, sano y terapéutico.

Además, Dios no se oculta ni un segundo de más. Al igual que la luna, en su momento más oscuro, en realidad se está renovando para volver a crecer y llegar a ser la luna llena que brilla de noche en todo su resplandor, de la misma manera, Dios actúa con nosotros. Nosotros pensamos que ya es demasiado tarde, que las cosas son demasiado difíciles, que hemos cometido demasiados errores y que el día ya está perdido. Pero ¡no arrojes la toalla! Aguanta un poquito más y vas a ver que Dios ha estado a tu lado todo el tiempo, y que todas tus dificultades solamente estaban allanando el camino para que alcances un enorme crecimiento espiritual y vivas una vida plena de sentido.

 

Basado en Likutey Halajot V