Parashat Tetzavé

 

En la Parsha Tetzavé aprendemos acerca de uno de los objetos más misteriosos de la Torá, el Joshen Mishpat, el Pectoral del Kohen Gadol, el Sumo Sacerdote. El Joshen Mishpat, el Pectoral, tenía cuatro filas de gemas preciosas montadas en engarces de oro. En cada una de estas doce gemas preciosas estaba grabado el nombre de una de las doce tribus, así como los nombres de Abraham, Itzjak y Yaakov.

 

El Sagrado Zohar nos dice que en el Pectoral había unos accesorios inusuales llamados Urim Ve-Tumim.  En los Urim Ve-Tumim estaban los nombres de cuarenta y dos y setenta y dos letras de Hashem. Cada vez que algún judío necesitaba un consejo, se dirigía al Kohen Gadol y le hacía una pregunta sobre el tema que le preocupaba. Cuando lo hacía, los Urim Ve-Tumim iluminaban las letras en una secuencia específica en las gemas del Joshen Mishpat, deletreando la respuesta a la pregunta. La persona podía ver el consejo con sus propios ojos.

 

Lamentablemente, los Urim Ve-Tumim, el Joshen Mishpat y todos los recipientes sagrados se perdieron durante la época de la destrucción del primer Beit Hamikdash y ahora, no podemos obtener respuestas como antes. Puede ser muy frustrante, incluso doloroso, cuando tenemos que esforzarnos tanto para tomar una decisión, y cuando no tenemos respuestas y consejos sólidos sobre los cuales basarnos. Pero el Reb Noson nos dice que incluso hoy podemos obtener un consejo de muy alta calidad si nos fijamos en la Torá. La palabra “Torá” no sólo es la Biblia hebrea, los cinco libros de Moisés, sino que también se refiere a las grandes enseñanzas de Rebe Najman, así como muchos otros libros sagrados, como el Santo Zohar. Reb Noson dice que cuando la persona judía contempla la Torá con verdad, sinceridad y sencillez, las letras de la Torá y la luz de la Torá le van a dar una respuesta acerca del camino que debe seguir.

 

Hoy en día, uno de los mayores sufrimientos que enfrenta la gente es que no sabe qué camino tomar. Este es un problema constante para muchísima gente. Nos topamos con una dificultad y no estamos seguros de qué camino tomar, qué elección hacer.
A veces, se trata de un problema legal.  Otras, de un problema material, como qué médico consultar o qué trabajo aceptar. A veces, puede ser un problema más espiritual, como “¿Qué camino tomo para servir a Hashem?”. No obstante, cualquiera sea la pregunta, si realmente nos adentramos en la Torá y la estudiamos con pura fe, y si confiamos en que la respuesta está dentro, finalmente seremos dirigidos por el camino correcto.

 

Que tengas un día en el que la Torá ilumine tu camino.