Mi Casa Soñada

"Holiday" Rental

A medida que nos acercamos a Sucot cada año pienso cómo sería mi casa ideal. Por más hermosa que sea esta festividad definitivamente no escogería una sucá para vivir todo el año y doy gracias a Di-s por tener un techo sólido que nos protege a toda la familia de las inclemencias del tiempo.

 

Como decía, en esta época pienso más que nunca en cómo sería mi casa soñada, cuántas habitaciones, baños, si tendría jardín o patio, balcones o porche. ¿Una casa o un apartamento? ¿En qué lugar de Israel? En fin, las preguntas son muchas pero a lo largo del tiempo he ido conformando una idea más o menos aproximada de lo que sería mi casa ideal y la visualizo de vez en cuando, pidiendo a HaShem que me permita adquirirla algún día en un futuro más bien cercano.

A medida que nos acercamos a Sucot cada año pienso cómo sería mi casa ideal. Por más hermosa que sea esta festividad definitivamente no escogería una sucá para vivir todo el año y doy gracias a Di-s por tener un techo sólido que nos protege a toda la familia de las inclemencias del tiempo.

 

De sobra sabemos, sin embargo, que el hombre planea y HaShem se ríe. No sabemos cuál será el lugar ideal en el que iremos a parar. No tenemos idea de dónde viviremos y, por supuesto, no podemos saber cómo será nuestra casa pues todo depende de Él. Por supuesto, esto no significa que la persona no deba tener ambiciones y desear el bien para sí y su familia. No tiene nada de malo soñar con un automóvil nuevo, una casa o ropa linda para disfrutar en Shabat y en Iom Tov. Solamente debemos pedirlo para que sea bueno para nosotros y, si es el caso que aún no tenemos el mérito para obtenerlo, aceptar la Voluntad de HaShem con alegría y sin rechistar.

 

En esta casa soñada, obviamente, las paredes no son de tela sino de materiales más robustos y hay más de una habitación. Los muebles no son simples sillas de plástico y en el techo cuelgan lindas lámparas. No obstante, no cambiaría los días en la sucá por esta casa ideal. ¿Saben por qué? Porque los días que pasamos en las cabañas viviendo de forma un poco menos cómoda me hacen valorar muchísimo la vivienda que tengo en este momento. Cuando vuelvo de la Sucá, el sofá me parece mucho más blando, la mesa de mi comedor es inmensa y, por supuesto, la temperatura es ideal.

HaShem es Sabio, Él conoce todo y como Creador nuestro sabe perfectamente cuáles son nuestras virtudes (potenciales y en uso) y también conoce a la perfección nuestros defectos. Él sabe que siempre queremos más y más, que aunque vivamos en una mansión querremos una mansión con piscina y si ya la tenemos entonces añoraremos tener vistas al mar. Por eso, de vez en cuando tenemos que sentir un poco de incomodidad para aprender a valorar lo que ya tenemos.

 

Estos días en los que habitamos en la sucá, nos hacen apreciar más que nunca la comodidad de nuestra casa y valorar lo que realmente es importante: el hogar. Este hogar familiar puede estar en una choza o en una mansión, el lugar no es lo que importa sino las personas. Lo que realmente hace que disfrutemos de la cena de Shabat o Iom tov no es la cubertería de plata sino las personas que se sientan a la mesa a compartir lo poco o lo mucho que haya para comer y beber y para conversar sobre Torá.

 

Que tengan una feliz festividad de Sucot, con mucha alegría y salud. ¡Jag Sucot Sameaj!