El Rabino Zvi Aryeh Rosenfeld, zt “l, era el tataranieto de Rabí Aharon de Breslov, que, como es sabido, fue uno de los dos testigos de la famosa promesa del Rebe Najman respecto a que él salvaría del infierno a todo aquel que fuera a su tumba, recitara allí el Tikun HaKlali y donara una moneda para caridad. Pero, aunque fue criado en un hogar súper Breslov en los Estados Unidos, el joven Zvi Aryeh no sintió la emoción de ser un Breslovero… hasta que le ocurrió una experiencia transformadora.
El Rabino Zvi Aryeh Rosenfeld, zt “l, era el tataranieto de Rabí Aharon de Breslov, que, como es sabido, fue uno de los dos testigos de la famosa promesa del Rebe Najman respecto a que él salvaría del infierno a todo aquel que fuera a su tumba, recitara allí el Tikun HaKlali y donara una moneda para caridad.
Cada Shabat, mi padre daba un shiur (clase de Torá) sobre el Likutey Moharan y trataba de inculcarme el hecho de que es importante ser un Breslovero. Pero es difícil inyectar emuná (fe) en una persona, porque todo el mundo tiene libertad de creencia. Una persona cree o no cree según su propia voluntad. Es más fácil, por supuesto, cuando uno se cría en un hogar de Breslov y va a la yeshivá a estudiar.
Además, por aquella época, el tipo de estudio era muy diferente al actual. Diría sin temor a equivocarme que un alumno de primaria de entonces sabía más Guemará que un alumno normal de secundaria en una yeshivá hoy en día. Pero el interés por aprender acerca de Breslov no alcanzaba un pico de emoción o sentimiento. Era una especie de estudio bastante “robótico”.
Llegué incluso a un punto en el que sentí que quería algo más. Quería tener un poco más de religión, un poco más de abstinencia de los placeres, y esto sucedió de repente una noche.
Me puse a pensar. El hecho era que yo era el hijo de uno de los principales Bresloveros del mundo, y no era por nada. ¿Por qué no investigar un poco más?
Esa noche seleccioné el sefer Hishtapkhut HaNefesh (Derramar el alma), que trata el tema de la hitbodedut y es una selección de afirmaciones acerca de la plegaria personal o hitbodedut, hablar con Dios en privado, tomadas de diferentes libros de Breslov. La introducción describe la costumbre de Rebe Najman en esta práctica de hitbodedut, y cómo llegó a ser un grande a través de la hitbodedut.
Empecé a leerlo muy despacio, prestándole mucha atención, y cuando llegué a cierto párrafo muy breve, de repente algo sucedió. Es difícil de describir. Sentí que, de alguna manera, se me abrían las puertas del Cielo…
