El concepto de ocultar lo que nos es más preciado es un concepto que impregna todos los aspectos de la vida judía.
El Talmud (Taanit 8b) nos enseña que cuando una persona entra al granero para medir la nueva cosecha de granos, debería recitar la bendición “Que sea Tu voluntad, el Eterno, nuestro Dios, que envíes bendición a la obra de nuestras manos”. Luego, el empezar a realizar la medición, debería decir: “Bendito es Él, que envía bendición a esta pila de granos”. Pero si uno primero midió los granos y recién después recitó la bendición, entonces su plegaria es en vano, porque la bendición no puede posarse en algo que ya ha sido medido, pesado o contado, sino únicamente en aquello que aún permanece oculto, algo que el ojo humano no ha visto aún.
El concepto de ocultar aquello que nos es más preciado hasta que llegue el momento de revelarlo (y el lugar…) es un concepto que impregna todos los aspectos de la vida judía. El bebé está oculto dentro del vientre materno hasta que llega el momento de nacer. El alma gemela de una persona se mantiene oculta hasta que llega el momento indicado para que se conozcan. Nuestros tesoros espirituales hasta que llega el momento para que se revelen.
El cumpleaños del Reb Noson
Tu Bishvat, que es el Año Nuevo de las Árboles, es también el cumpleaños (1780) del Reb Noson, el principal discípulo y escriba del Rebe Najman de Breslov. El Rebe nos cuenta que, de no ser por el cuidadoso registro que llevó a cabo el Reb Noson, su amado “Nósale”, sus enseñanzas, que han cambiado las vidas de millones de personas en el mundo entero, jamás habrían visto la luz del día. El Reb Noson dedicó toda su vida a revelarle al mundo los “frutos” del Reb Noson.
El Rebe nos cuenta que, de no ser por el cuidadoso registro que llevó a cabo el Reb Noson, su amado “Nósale”, sus enseñanzas, que han cambiado las vidas de millones de personas en el mundo entero, jamás habrían visto la luz del día
Tu Bishvat es una de las pocas fiestas judías que no aparecen mencionadas en el libro Advice (Likutey Etzot), la colección de consejos espirituales recopilados por el Reb Noson. Pero el Reb Noson mismo sí menciona a Tu Bishvat en Likutey Halajot, diciendo que Tu Bishvat siempre cae adyacente al Shabat Shirá.
La canción del mar
Shabat Shirá es el Shabat de la Canción, cuando leemos la porción Beshalaj de la Torá, en la que Moshé y los israelitas cantaron una canción especial de alabanza y gratitud tras el milagro de la división del mar. Esta es también la canción que recitamos todas las mañanas en el rezo matutino, y es sabido que aquellos que la recitan con la debida intención obtienen grandes beneficios.
En la Canción del Mar, los israelitas Le dan gracias a Hashem en gran detalle por los milagros que habían presenciado, y que Él acababa de realizar. Ellos, y también nosotros, alabaron y dieron gracias a Hashem por Su glorioso triunfo, por haber golpeado a los persecutores egipcios y a sus carrozas en el mar, por hacer llegar a Su pueblo sano y salvo a tierra seca. Todo el mundo supo de Su Gloria, pues el Midrash cuenta que todas las aguas del mundo se dividieron, pero los israelitas fueron los que lo proclamaron.
La canción del mar no es solamente algo que ocurrió en el pasado sino que también alaba a Hashem por un evento que aún habría de ocurrir: cuando Hashem instaló a Su pueblo en la montaña de Su heredad. Tras darle las gracias a Hashem por la división del mar, los israelitas demostraron su emuná, su fe, al cantar acerca de las bendiciones que Hashem prometió que les daría en el futuro.
La fe y los frutos
En Tu Bishvat, las futuras bendiciones todavía nos están ocultas, así como los primeros indicios de la savia del árbol todavía son imperceptibles. Pero en Tu Bishvat vamos a servir la mesa con una variedad de frutos y recitaremos las bendiciones de cada fruto, como así también la bendición Shehejeianu, que se recita en señal de agradecimiento por haber llegado a este momento, a esta ocasión tan especial. Tu Bishvat marca la promesa de una futura cosecha y también el comienzo del nuevo año de los árboles.
Es un día poderoso de emuná, que nos recuerda que las bendiciones de Hashem darán sus frutos incluso si todavía no podemos percibirlos. Solamente tenemos que esperar…