El único camino de vuelta a casa

המפתח להצלחה: לא לעשות זה הכי לעשות

La Torá 52 es una de las lecciones más fundamentales de Likutei Moharan sobre hitbodedut. (Hitbodedut es la práctica de reservar un tiempo para hacer plegaria personal improvisada en nuestra lengua materna). El Rebe Najman comienza la lección disipando la creencia herética de que Dios fue “obligado” a crear el universo. Vale decir, algunos creen que Él no tuvo otra opción más que crear el mundo. El Rebe argumenta que sólo Dios mismo es una realidad esencial, y que fue/es Su elección crear o no y, por lo tanto, mantener el mundo.

 

Pregunta el Rebe, ¿qué hace que estos ateos cometan este error? Que después de que Hashem decidió crear y traer a las almas judías a este mundo, Él está, en cierto sentido, “obligado” a seguir creando y manteniendo el universo para ellos. Pero seguramente fue Su decisión crear sus almas o no. Justo después de que Él decidiera seguir adelante con ello, se ve obligado a preservar el mundo.

 

A continuación, el Rebe enseña la razón por la cual Hashem creó el mundo para estas almas judías, para que hagan Su voluntad y así vuelvan a su esencia, que es un aspecto de Él mismo, que, como dijimos más arriba, es la única realidad esencial. Así que cuando hacemos Su voluntad, nos unimos a Él y también nos volvemos elementos esenciales de la existencia.

Hashem creó el mundo para estas almas judías, para que hagan Su voluntad y así vuelvan a su esencia, que es un aspecto de Él mismo, que es la única realidad esencial

Pero ¿cómo volvemos a nuestra esencia, a nuestra raíz, y nos alineamos con Hashem? Dice el Rebe Najman que sólo hay una manera de volverse uno con Hashem de una manera tan real – Siendo מבטל (mevatel) con nosotros mismos. ביטול (bitul) significa literalmente “anularse a sí mismo”, pero a mí me gusta pensar que se trata de hacerse transparente. Naturalmente todos nosotros tenemos deseos y hábitos que se oponen a la voluntad de Hashem. Esas acciones, sentimientos y pensamientos negativos se interponen en el camino de nuestra unión con Él. Cuando eliminamos esas barreras, estamos reflejando los deseos de Hashem y nos alineamos con Su voluntad de la manera más profunda. La única manera de hacer esto, dice el Rebe – la única manera de eliminar todas las obstrucciones que impiden nuestro regreso a Él – es a través de la hitbodedut.

El Rebe Najman explica a qué tipo de hitbodedut se refiere:

 

עַל יְדֵי שֶׁמִּתְבּוֹדֵד, וּמְפָרֵשׁ שִׂיחָתוֹ בֵּינוֹ לְבֵין קוֹנוֹ, עַל יְדֵי זֶה הוּא זוֹכֶה לְבַטֵּל כָּל הַתַּאֲווֹת וְהַמִּדּוֹת רָעוֹת עַד שֶׁזּוֹכֶה לְבַטֵּל כָּל גַּשְׁמִיּוּתוֹ, וּלְהִכָּלֵל בְּשָׁרְשׁוֹ

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La hitbodedut puede ser muchas cosas diferentes para muchas personas, pero un elemento clave de esta práctica es utilizar el tiempo para alinearnos sistemáticamente con la voluntad de Hashem, rezando a Hashem para que nos ayude a suprimir nuestros hábitos negativos que interfieren con nuestra capacidad de alinear nuestra voluntad con la Suya. El Rebe Najman sugiere trabajar sobre un atributo negativo a la vez, y rezar sin cesar para que nos ayude a superar nuestras limitaciones. Cualquiera que esté familiarizado con las historias que se cuentan del Rebe sabrá que esta práctica de rezar pidiendo ayuda fue su herramienta esencial para alcanzar la grandeza. En sus biografías, el Reb Noson escribe cómo el Rebe se esforzaba muchísimo en el estudio. Primero en el Jumash, luego en la Mishná, después en la Guemará, etc., pero cada vez que se esforzaba no dejaba de suplicar a Hashem que le ayudara a entender y progresar. No importaba cuántas veces no entendiera o tuviera éxito, seguía volviendo y pidiendo una y otra vez de diferentes maneras. A veces se sentía tan rechazado que tardaba unos días en levantarse y volver a pedir, pero nunca se rendía. Siempre seguía suplicando la cercanía. Por eso decía que “cualquiera puede ser tan grande como yo”. Porque no se necesita pedigrí o brillantez intelectual para llegar a la grandeza, sino que lo único que se necesita es una voluntad de hierro y un deseo implacable de ser uno con Dios.

 

Al estudiar esta lección, me ha surgido la siguiente pregunta: ¿Qué fue lo que impulsó al Rebe Najman a hablar sobre el argumento de si el mundo es una realidad esencial en la misma lección en la que enseña sobre hitbodedut mediante el trabajo de alineación con la voluntad de Hashem?

 

Creo que hay un punto sutil pero fundamental que explica la yuxtaposición. Es aquí en esta lección donde el Rebe está enseñando el motivo de la Creación (כְּדֵי שֶׁיַּעֲשׂוּ רְצוֹנוֹ) y el camino (הִתְבּוֹדְדוּת) para alcanzar nuestro máximo potencial (לְהִכָּלֵל בְּשָׁרְשׁוֹ). Acá dice sin tapujos que no es posible alcanzar lo mejor de nosotros de otra manera. (En otros lugares dijo que habló con otros grandes tzadikim y que todos están de acuerdo en que cada tzadik que ha vivido sólo alcanzó sus niveles exaltados a través de esta práctica única). Esta no es meramente una buena idea para alcanzar el éxito. Esta es la única posibilidad de éxito en el servicio de Hashem. Es más, es una certeza de que lograrás el éxito. Si uno se compromete a esta práctica con energía y devoción tanto como le sea posible, sin lugar a dudas tendrá éxito y sus plegarias serán respondidas; esto está garantizado. ¿Por qué digo esto? Porque esta es la razón por la que el Rebe yuxtapuso las dos ideas. Al practicar constantemente la hitbodedut con la intención de eliminar todas las obstrucciones entre nosotros y nuestro Creador, nos acercamos cada vez más a la unificación con Él de la manera más asombrosa. Este crecimiento nos convierte cada vez más en una realidad esencial, al igual que Él, y en ese espacio sagrado nuestra voluntad es una con la Suya. Cuando queramos algo, lo tendremos, porque Él también lo quiere. Nos conectamos desde la raíz con Él y donde va uno, va el otro. Por eso la hitbodedut de ביטול (bitul) es el aspecto más importante del servicio y el único camino para tener éxito, porque nos saca del reino de la posibilidad al mundo de la certeza.

 

יְהִי רָצוֹן מִלְּפָנֶיךָ יְהוָה אֱלהֵינוּ וֵאלהֵי אֲבוֹתֵינוּ, שֶׁתְּרַחֵם עָלַי וְתִהְיֶה בְעֶזְרִי וּתְזַכֵּנִי לְהַרְבּוֹת בְּהִתְבּוֹדְדוּת תָּמִיד עַד שֶׁאֶזְכֶּה עַל יְדֵי הַהִתְבּוֹדְדוּת לְבַטֵּל עַצְמִי לְגַמְרֵי, עַד שֶׁיִּתְבַּטֵל יֵשׁוּתִי לְגַמְרֵי וְאֶהְיֶה נִכְלָל בְּאַחְדוּתְךָ בֶּאֱמֶת