De amargo a dulce

לעשות מהלימונים דוכן של לימונדה – הבשורה של חשוון

Nuestros Sabios nos dicen que el incienso de olor dulce que se usaba en el Templo contenía un componente poderosamente amargo, el gálbano. Reb Noson explica que esta inclusión nos enseña lo esencial que resulta para el servicio Divino saber transformar lo malo en bueno. El único ingrediente que huele mal es necesario para la receta; sin esa undécima especia, la mezcla podrá ser cualquier cosa, menos incienso.

Reb Noson explica que esta inclusión nos enseña lo esencial que resulta para el servicio Divino saber transformar lo malo en bueno.

Esto lo hacemos a nivel personal tomando conciencia de nuestros propios defectos y contraponiéndolo a nuestros puntos buenos y fuertes. En lugar de utilizar nuestros puntos fuertes para resaltar nuestros fallos – “Soy una buena persona… ¿cómo he podido hacer algo tan terrible?”-, invertimos la dinámica.

להפוך את המר למתוק, את העצוב לשמח – זאת אמנות!

“Yo soy una persona con mucho negativo dentro de mí… ¡qué milagro que hoy haya podido hacer algo tan bueno!”.

 

Cuando nos miramos a nosotros mismos de esa manera, estamos transformando el “mar” de cada defecto amargo en mirra, el incienso de olor dulce que Dios tanto ama.

 

Ahora que el mes de Marjeshvan está casi terminado, es hora de cambiar lo amargo en dulce.