Es hora de que dejemos de lado la idea de que las cosas se van a solucionar automáticamente y adoptemos el lema de “Cuando Hashem es el que te guía, ¡todo siempre te va a salir bien!”.
Hay ciertos momentos en la vida en los que las cosas nos vienen servidas. Por ejemplo, nos quedamos sin trabajo y encontramos uno mucho mejor en el plazo de un mes; estamos endeudados hasta el cuello y de repente nos llega una ganancia inesperada; nos nacen hijos ya al poco tiempo de casarnos, etc.
Luego hay momentos en los que estás muy seguro de que todo va a salir bien, y nada podría estar más lejos de la realidad. No importa lo que hagas, o lo que te ofrezcan los amigos o “los expertos”, sigues atrapado en la situación sin ver la luz al final del túnel.
Precisamente en esta misma situación me encuentro yo con mi pie fracturado. Es una situación que aparentemente se está alargando sin un final a la vista. Así que… finalmente me di cuenta de que esta es una de esas veces en las que pensé que las cosas se solucionarían por sí solas y que me entregarían un pie curado en cuestión de seis semanas, pero en este caso no fue lo que ha ocurrido.
No voy a perder más tiempo atacando lo negativo, quejándome de los médicos y de las interminables horas y finanzas que estamos gastando por este asunto. En cambio, voy a cultivar lo positivo con Hashem, teniendo el lema de “Ein od milvado” como principio rector. Para mí, esto significa, en primer lugar, ser proactiva e idear un plan que cubra los aspectos físicos, emocionales y espirituales de la situación en la que me encuentro, mientras me concentro constantemente en ver el amor y la luz de Dios en esta situación.
En cambio, voy a cultivar lo positivo con Hashem, teniendo el lema de “Ein od milvado” como principio rector.
Con respecto al aspecto físico, estoy dejando de lado mucho trabajo en mi negocio en este momento, y en su lugar me estoy centrando en la curación. He concertado citas con un fisioterapeuta de alto nivel, un acupuntor y un masajista. Estoy haciendo un montón de ejercicios y baños de pies en casa y tomando hierbas para curar los huesos.
En cuanto al aspecto emocional, me estoy centrando en ser más sentimental y menos cerebral. Me dijeron que, según las fuentes judías, el pie está relacionado con los sentimientos y, por lo tanto, esto puede ser un indicio de que necesito centrarme más en los sentimientos. Por lo tanto, estoy tratando de alejarme del hábito de adormecer mis sentimientos con comida y otras distracciones, y en su lugar permitirme sentir realmente los sentimientos que tengo, enfrentándome así a mí misma y a cualquier dolor enterrado de épocas pasadas. Estoy trabajando para estar más despierta y florecer en lugar de quedarme en el reino del intelecto para evitar el dolor interno y la verdad de este mundo que a veces da mucho miedo.
En cuanto al aspecto espiritual, estoy trabajando con un entrenador de mentalidad. Durante nuestra primera sesión, trazamos varios aspectos espirituales de este viaje de curación para que pueda orientarme espiritualmente. Mi tarea para esta sesión fue: durante la próxima semana, cada día, tres veces al día, centrarme en:
- Llenarme del amor que Hashem siente por mí
- No hay nada nadie ni nada fuera de Él. Hashem es Quien me está levantando y ayudándome a caminar otra vez.
Si estás en medio de un desafío, ¡adelante, despierta la luz dentro de ti! Es el momento de sentir todo y volver a estar vivo a través de la emuná, la proactividad, la creatividad, el dejar ir, la gratitud, el aprecio, la alegría, la felicidad, el perdón y la satisfacción. Concéntrate en ver a Hashem en TODO lo que te pasa en la vida. No importa cuán aleatorio, oscuro, temeroso o desesperado parezca ser, Hashem siempre está ahí.
La Luz Interminable siempre te está iluminando el camino de la vida, pero dejándote el libre albedrío para decidir si aceptarla o no. No se trata de resultados; se trata de INTENCIÓN. Si tu intención es ver a Hashem en el desafío y en la solución, sin lugar a dudas, Él se encargará de ayudarte de alguna manera.
Que podamos usar nuestros desafíos para elevar a todos los que nos rodean y que podamos hacer realidad nuestro verdadero potencial. Amén.
