¿Coronavirus en 2020? ¿Cómo es posible?

Una epidemia que quedará registrada en los anales de la historia

Shock. La incredulidad y las dudas que caracterizaron el comienzo de este proceso dejaron lugar a una realidad dolorosa. El Coronavirus 2020 es una realidad muy dolorosa. Una epidemia que quedará registrada en los anales de la historia, llena de enfermedades y pestes.

Sin embargo, ¿cómo es posible que pase algo así? Con todos los avances tecnológicos y los impresionantes conocimientos en el ámbito de la medicina, y el mundo moderno en el que vivimos, donde no falta higiene ni condiciones sanitarias. Y a pesar de todo, este virus minúsculo se las ingenia para paralizar al mundo entero…

De hecho, esto nos dice mucho acerca de la humanidad: hay situaciones en las que, por falta de otra alternativa, todos los “especialistas” deben admitir, muy a su pesar, la nulidad del ser humano.

Entonces ¿cuál es el significado de este virus que ya llegó aquí? Y no, no me refiero a la distancia de dos metros que hay que guardar entre una persona y otra.  De eso ya hay mucha gente que se encarga de hablar… Yo me refiero a la gran paradoja: ¿cómo es posible que en una época tan avanzada como la nuestra, en que la medicina ha alcanzado niveles impresionantes, surja una enfermedad? ¿Cómo podemos enfrentar el asombro y el shock? ¿Y qué lección debemos aprender de todo esto?

De hecho, esto nos dice mucho acerca de la humanidad: hay situaciones en las que, por falta de otra alternativa, todos los “especialistas” deben admitir, muy a su pesar, la nulidad del ser humano.

Para poder entender esto, debemos recordar episodios similares ocurridos en el pasado, que nos permitirán entender el mensaje con claridad:

En la época del Reb Noson de Breslev se desató una epidemia de cólera (en hebreo se pronuncia: jolera) que los judíos apodaron “joli-ra ─ mala enfermedad”. En muy poco tiempo muchos judíos fallecieron a causa de esta enfermedad y la gente estaba en pánico. En medio de la preocupación, las palabras del Reb Noson alumbraban como un faro por medio de sus cartas escritas a sus familiares y sus discípulos durante aquella época:

Gracias a Dios, tenemos la oportunidad de contemplar sus misivas, palabras que fueron escritas hace cerca de doscientos años, y que siguen teniendo tanta relevancia como si hubieran sido escritas en la actualidad, en que el Coronavirus siembra pánico en el corazón de las personas.

Igual que ahora, también por aquel entonces, reinaba la incertidumbre. Muchos rumores circulaban, parte de los cuales arrojaban dudas sobre la posibilidad de que realmente se tratara de una epidemia, tal como vemos en las palabras del Reb Noson:

“Aquí hay muchas opiniones contrastantes. Hay quienes se burlan y hay quienes piensan lo contrario. Por lo tanto, no sé qué hacer… Porque yo no puedo dar mi opinión al respecto debido a que no sé qué está ocurriendo en la comunidad de ustedes en estos días… Que Hashem los salve de todo mal… y que anule todos los malos decretos y nos traiga buenas noticias” (Carta 33, 1832).

Una semana después, todos ya tenían perfectamente claro que se trataba efectivamente de una epidemia, y en su carta (34), el Reb Noson escribe:

“Sabía que sin lugar a dudas ustedes escucharán que la peste llegó también acá a varias personas, Dios nos libre y guarde”.

Y a partir de ese momento, el Reb Noson habla de la nueva situación como algo certero.

En la carta que escribió una semana después (38), el Reb Noson le escribe a su hijo:

“Mira, hijo mío, y sé sabio. Lo que le sucede a la persona durante su vida, es todo para bien, hijo mío. El mundo es una vanidad. Pura vanidad. Y si el Rey Salomón dijo en Kohelet siete veces “vanidad”, entonces qué podemos decir nosotros: deberíamos decir millares y millares de vanidades. Hijo mío, lo que le sucede a la persona en la vida, etc…, les sucedió a nuestros antepasados, tal como aprendemos de los libros sagrados. Cuántas pestes. Cuántas matanzas, Dios nos libre y guarde…, hubo en todas las generaciones; a veces, en un país y a veces, en otro. Y todo sucede como una prueba para nosotros, todo es en pos de nuestro libre albedrío”.

Esta es una perspectiva sorprendente. A primera vista, pensaríamos que el Reb Noson desea calmar y fortalecer a su hijo, pero en vez de darle palabras de aliento, está ensombreciendo la situación aún más y le presenta una imagen catastrófica. “Así ocurre en todas las generaciones”. ¿Qué mensaje se oculta detrás de este mensaje aparentemente desolador y qué propósito tiene?

Da la impresión de que el Reb Noson le quiere aclarar este concepto a su hijo: “El mundo tiene un objetivo. No te sorprendas si de repente ocurre algo sorprendente que te frustra todos los planes”. O sea, cuando sucede un cambio extremo en la rutina diaria, y en especial si se trata de un problema que nos angustia, la persona tiende a no emprender ninguna acción debido a que no logra aceptar ni comprender lo que le sucede. Tal como ocurrió durante los primeros días, cuando el shock y la sorpresa impidieron comprender lo que estaba sucediendo, y que realmente había una epidemia, por encargo del Creador, y tenemos la responsabilidad de enfrentarla. Por eso, el Reb Noson le explica a su hijo y, de hecho, a todos nosotros: Nosotros no dirigimos el mundo. El Creador está a cargo del mundo y este tiene un objetivo. Esta situación es muy dolorosa y en el pasado también hubo situaciones dolorosas. No te sorprendas por lo que está pasando, porque todo proviene del Creador y todo es para bien.

Si bien no siempre logramos entender qué es lo bueno en una situación como esta, de todos modos, tenemos el deber rezarle al Creador merecer una bondad que no tenga nada de sufrimiento ni dolor. Pero lo que el Reb Noson está enfatizando aquí: “No te sorprendas ante este fenómeno. Esto es parte de un proceso programado en la Creación. Es parte de lo que se decretó que debíamos enfrentar en estos días, con el dolor y el sufrimiento y la incertidumbre”. Por eso, el Reb Noson escribe en su carta: “Y esto les ocurrió a nuestros antepasados… durante todas las generaciones”. Para que entendamos que existe esta clase de conducta por parte de Hashem y no nos paralice el miedo. “¿Cómo es posible que el Coronavirus haya llegado aquí en nuestra época?”. El Reb Noson nos tranquiliza y nos devuelve a la realidad: Sí, existe algo así. Y debemos saber que tiene un motivo. Tal como dice el Reb Noson: “A veces, acá; a veces, allá”. Y esto se debe a un motivo: “Y todo es en pos del libre albedrío”. Solamente Hashem sabe y mide todo con un nivelador. Y cada cosa se determina con absoluta precisión.

 

Entonces ¿cuál es el objetivo de este virus?

El Reb Noson continúa diciendo: “En pos de Hashem, en pos de Hashem” – para que nos fortalezcamos y Le roguemos a Él que sea todo para bien, como el concepto de: “El temor de Hashem para la vida, y no la muerte”. O sea, que por medio de todo lo que nos sucede, podamos acercarnos más y más a Hashem y recordar el objetivo verdadero: que todo es vanidad.

¿Entienden?

Sí: en el año 2020 llegó el “Coronavirus” y todo este mundo tan avanzado con todo el conocimiento existente, con un nivel tecnológico tan avanzado, no logra hacerle frente a este virus tan diminuto. Espero que hayamos realmente comprendido que existe un Creador. Y que cuando Él decide, en pos de la prueba y del libre albedrío, que algo ocurra, eso ocurre. Así de simple.

Esta es la oportunidad de refrescar la memoria de algo que ya sabemos: “Todo es vanidad…”. Vinimos al mundo con un objetivo determinado. Todo lo que nos sucede es para recordarnos nuestro verdadero objetivo en este mundo. Y ojalá que las palabras de fortalecimiento del Reb Noson nos ayuden a pasar esta época difícil, con la ayuda de Hashem, fortaleciendo nuestra emuná (fe) y gozando de excelente salud.