Continuar el ímpetu liberador de Pesaj

En este mundo de confusión, engaño y desinformación, ¿cómo hacemos para continuar ascendiendo después de Pesaj?

Acabamos de festejar Pesaj, que es una de las experiencias más inspiradoras que podemos tener. La Nación de Israel llegó a tener en Egipto un nivel tan bajo de esclavitud y de subyugación y, a pesar de todo, Hashem los liberó y los elevó de ese nivel. Esto ya de por sí debería darnos mucha esperanza y gratitud.

Y esto también me deja pensando: si bien fuimos liberados en Pesaj, la mayoría de nosotros seguimos esclavizados, ya sea a falsas creencias, a desinformación, a engaños, a necesidades o a deseos.

Mucha gente parece pensar que TENEMOS que vivir una vida determinada, que tenemos que enviar a los niños a una escuela determinada, que tenemos que tener un cierto trabajo para pagar cosas que sentimos que tenemos que tener, que tenemos que lucir de cierta manera, que tenemos que trabajar full time a pesar de que la familia y el hogar se desmoronan frente a nuestras propias narices, etc.

Si bien fuimos liberados en Pesaj, la mayoría de nosotros seguimos esclavizados, ya sea a falsas creencias, a desinformación, a engaños, a necesidades o a deseos

O sea que es evidente que estamos como presos en la cárcel, porque estamos convencidos de que todo esto es absolutamente imprescindible y que no nos queda otra alternativa.

Y lo más curioso es que precisamente cuando renuncias a tu forma de percibir esas supuestas necesidades y dejas de ejercer tu supuesto control para que esas cosas sucedan, ahí es cuando las cosas finalmente pasan. No tengas miedo de soltar el mando. Es algo que va en contra de la intuición pero precisamente es lo que trae el éxito.

Para que el avión siga subiendo, a cierta altura tiene que deshacerse de parte de su peso. Lo mismo ocurre con nosotros: tenemos que sacarnos de encima el peso de nuestros antojos, liberar esa necesidad de controlar, y dejar ir todas esas falsas creencias y todos esos cuentos que nos contaron. Deja ir. Afloja. No te aferres con fuerza. Disfruta de lo que tienes AHORA. Acepta lo que no tienes AHORA.

Al fin y al cabo, no nos trajeron a este mundo a tener esta marca de auto, a ir a ese colegio exclusivo, a ser esclavos del trabajo o a estar a la altura del vecino. Estamos aquí para confiar en Dios y para seguir trabajando en nuestra emuná de que Él y únicamente Él tiene la forma de solucionar todos los problemas. Deja de pensar, de analizar en forma excesiva, de calcular, de manipular y de hacer maniobras todo el tiempo.

No es que tengas que vivir, hacer el intento, ponerte objetivos, etc, sino que tienes que dejar de insistir en que todo se haga como tú lo decides y de acuerdo con tus tiempos. Las cosas van a suceder únicamente cuando Hashem así lo decida y de acuerdo con Sus tiempos.

Nunca estás solo. Hashem siempre está cerca, protegiéndote.

Y si realmente necesitas algo, Hashem te lo va a dar.