ליפול... כדי לקום!

Hay un axioma que funciona muy bien en mi vida, pero siempre que su dinámica entra en juego, tiendo a demostrarle resistencia. Antes de poder elevarme a un nuevo nivel en mi relación con Dios y en mi trabajo personal, voy a experimentar una especie de caída.

 

No tiene que ser mayor, pero va a haber algo. Porque hay este principio en el trabajo: “La caída es con el propósito de levantarse”. Así que sé que así debe ser… y, aun así, me cuesta aceptarlo.

 

Rebe Najman enseñó que si me mantengo consciente de que esto es una etapa preliminar necesaria para avanzar, no me lanzaré tanto. Resistirse a la dinámica, negar su realidad, conduce a un sufrimiento aún mayor y a una prolongación de la caída, sea cual sea la forma que adopte.

Lo principal es recordar que si tengo paciencia

 

Lo más importante es recordar que si tengo paciencia…

 

“Hay mucho que decir sobre esto, porque cada persona imagina que este concepto no se aplica realmente a ellos… Suponen que sólo es relevante para aquellos individuos elevados que suben de un nivel a otro espiritualmente todo el tiempo, no para la gente sencilla como ellos. Pero la verdad es que todas las dinámicas espirituales existen universalmente; es tan cierto para la persona normal como para el más grande tzadik… Antes de elevarse a un nuevo nivel, va a haber algún tipo de caída”.

 

Lo principal es recordar que, si tengo paciencia y aguanto, todas mis caídas se transformarán para bien y me ayudarán a elevarme a un nuevo nivel. Me llevarán a la humildad, me llevarán a la honestidad, me llevarán a reconocer lo dependiente que soy de la misericordia de Dios… y me enseñarán a tener paciencia conmigo misma.

 

(Basado en Likutei Moharan I:22)