Vacaciones con Tzniut

על ארבעה יסודות זורם נהר החיים של העולם כולו

Cuando una persona decide llevar un estilo de vida comprometido con el judaísmo hay muchas variantes que debe sopesar a cada instante. Las vacaciones no son una excepción.

 

Hoy en día existen muchas ofertas atractivas para ir de viaje en las tan ansiadas, y a menudo frustradas, vacaciones de verano. Cruceros, vacaciones en la playa, paseos turísticos por ciudades de ensueño… la lista es interminable y gracias a Di-s hay donde escoger.

Cuando una persona decide llevar un estilo de vida comprometido con el judaísmo hay muchas variantes que debe sopesar a cada instante. Las vacaciones no son una excepción.

Ser judío no significa necesariamente quedarse sin vacaciones. Pero sí que hay que tener en cuenta factores extra a la hora de elegir el lugar donde pasaremos nuestros días de descanso. Para empezar, hay que valorar el lugar de destino. Si vamos a la playa hay que tener en cuenta que hoy en día la indumentaria que se utiliza en estos lugares no es ni mucho menos recatada. Por lo tanto, si vamos con la familia tal vez sea mejor elegir un lugar donde no vaya mucha gente o que sean playas familiares. En Israel existen playas separadas donde hombres y mujeres se bañan en el mar a distintas horas del día o bien en el mismo horario pero con una separación que les impide verse unos a otros.

 

Ya sé que esta última opción levantará polémica porque, al fin y al cabo, si uno va de vacaciones en familia será para estar todos juntos, ¿no? Pues se puede estar juntos antes y después de zambullirse en el mar e igualmente pasarlo muy bien. No hay por qué faltar al recato para pasar unas vacaciones divertidas y relajantes. También se puede ir a un lugar con piscina privada donde la familia pase a gusto unos días y puedan estar todo el tiempo juntos.

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A la hora de vestirse en verano, seguir las leyes de recato puede resultar un poco más complicado a causa del clima. Sin embargo, no hay que perder de vista el objetivo de usar ropa, que es tapar nuestro cuerpo tal y como está establecido por la halajá.

 

Mostrar de más no nos va a hacer sentir mejor, sino todo lo contrario. Cuando una mujer (o un hombre, puesto que ellos también tienen que seguir ciertas normas) decide seguir las leyes halájicas que determinan el recato, su vida cambia por completo. Ya no ve las normas de la moda de la misma forma, ahora tiene el poder en su mano para elegir libremente qué ponerse, de qué colores y cómo de largo. No es ya esclava de las normas dictadas por los diseñadores sino que adapta lo que le gusta a su propio estilo y, al hacerlo, se siente bien consigo misma porque está siguiendo los preceptos halájicos que Di-s ha dictado para que la mujer se respete a sí misma y también la respeten los demás como persona, como la criatura divina que es.

 

Salir de vacaciones o salir a la calle o estar en casa en verano no debe suponer un quebradero de cabeza. Es cuestión de tener claro qué es lo que queremos hacer y qué leyes queremos seguir: las de la moda internacional o las de HaShem. Hay que aclarar que no se trata de que la mujer se vea mal, poco agraciada o descuidada sino todo lo contrario: las leyes del recato están hechas para resaltar la belleza de la mujer judía de una forma respetuosa consigo misma y con los demás.

 

Que pasen unas lindas, felices y seguras vacaciones disfrutando del tiempo libre que HaShem nos regala para desestresarnos un poco y disfrutar de las maravillas de este mundo.