El Baal Shem Tov y el amor al prójimo

תאהבו זה לא עולה כסף

Estos son algunos extractos de la sección inicial de “El camino del Baal Shem Tov”, con algunas modificaciones menores. Las fuentes incluyen tradiciones jasídicas tempranas y posteriores, incluyendo varias de Jabad.

 

Ahavat Israel es la primera puerta que conduce al patio del Creador (Likutey Diburim II, p. 412).

 

El Baal Shem Tov reprochó una vez a un predicador itinerante que había pronunciado un encendido sermón a un grupo de simples aldeanos. “¿Cómo puedes hablar mal del pueblo judío?”, gritó. “Todo el día el judío recorre el mercado hasta el atardecer, cuando anuncia ansioso: ‘Se hace tarde para minjá (el rezo de la tarde)’. Entonces se apresura a rezar a algún lugar y ni siquiera sabe lo que está diciendo, pero sin embargo, los mismos ángeles tiemblan ante sus palabras” (Shivjei HaBaal Shem Tov 128).

Ahavat Israel es la primera puerta que conduce al patio del Creador

El Maguid de Mezritch enseñó: El Baal Shem Tov solía decir que el amor al pueblo judío es lo mismo que el amor a Dios. El versículo dice: “Sois hijos del Señor, vuestro Dios”. Cuando uno ama al padre, automáticamente ama a los hijos (HaYom Yom, p. 81).

 

“Israel, en quien Me alabaré…” (Isaías 49:3). Dios no puede ser alabado pues ¿quién puede comprender Su Esencia? Por lo tanto, Dios trajo a la existencia al pueblo judío, para que Lo alabe. Al igual que un padre se alaba a sí mismo a través de sus hijos, el Santo, Bendito sea, se alaba a sí mismo a través de Israel (Sefer Baal Shem Tov, Ki Tavo 4, citando Kitvey Kodesh).

אין שום רצון טוב שהולך לאיבוד, כל שכן דיבור טוב ומעשה טוב!“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Levítico 19:18) -esto es un reflejo de la mitzvá “Amarás al Eterno, tu Dios”. Cuando uno ama a otro judío, ama al Santo, bendito sea. Porque el alma del judío es una “porción de Dios en lo Alto”, y cuando uno ama a un compañero judío, ama su esencia más íntima. Por lo tanto, ama al Santo, bendito sea Él, también (HaYom Yom 78).

 

[Dios le dijo a Abraham: “Mira a los cielos y cuenta las estrellas… Así será tu descendencia” (Génesis 15:15). El Baal Shem Tov explicó: Las estrellas parecen muy pequeñas, pero en el cielo son realmente muy grandes. Lo mismo ocurre con el pueblo judío. En este mundo, parecen muy pequeños. Pero en el Mundo Superno, son realmente muy grandes (Rabí Zvi Hirsch de Ziditchov).

 

El Baal Shem Tov enseñó: El Santo, bendito sea, envía un alma al mundo para que viva setenta u ochenta años, sólo para hacer un favor a otro judío, materialmente en general o espiritualmente en particular (Likutey Dibburim, Vol. III, p. 1126, citado en Ketser Shem Tov, Hosafos, 130).