Cómo lidiar con la lucha interna
Dentro de mí hay dos fuerzas básicas en conflicto entre sí.
Hay una parte de mí que anhela vincularse con mi Creador; hacer el bien y ser buena persona; expresar mi ser Divino.
Pero tengo que admitir que también hay una parte de mí a la que le gusta ignorar a mi Creador. Es esa parte que busca la auto-gratificación, las soluciones fáciles y que no quiere cambiar.
Ambas son parte de mí, y mi viaje en este mundo es, en realidad, una historia de cómo negociar entre ellas cuando tienen agendas tan diferentes.
Hay una parte de mí que anhela vincularse con mi Creador; hacer el bien y ser buena persona; expresar mi ser Divino.
Pero tengo que admitir que también hay una parte de mí a la que le gusta ignorar a mi Creador.
Rebe Najman enseñó que las luchas internas por las que pasamos son a veces tan intensas como un combate de lucha libre, y cuando los oponentes están bien emparejados, es muy difícil que uno le gane directamente al otro. A medida que el combate se alarga, ambos se desgastan. Pero vemos que, si uno de ellos toma repentinamente un segundo aire, el otro también se levanta con nuevas energías para no perder el partido. Esta dinámica tiene mucho que enseñarme.
Cuando mi yo superior recibe una ráfaga de nuevas fuerzas, no debería sorprenderme si mi yo inferior contraataca con la misma fuerza. Para llevar el partido, mi yo superior tiene que atrincherarse y no dejarse intimidar. Es en ese momento en el que necesito reunir ese poco de energía extra para poder vencer a mi yo inferior.
Una plegaria
Amado Dios,
Por favor, lléname de nuevas fuerzas…
especialmente en esos momentos en los que la lucha está en su punto álgido.
Porque es entonces cuando más la necesito.
(Basado en la Sabiduría #10 de Rabi Najman)