La tribu que se relaciona con el mes de Jeshván es Menashe. Menashe tiene las mismas letras que neshamá, que significa “alma” en hebreo. La raíz de Menashe es la misma que la de neshiá, que significa “olvidar”: la condición humana de la entropía de la conciencia.
Siendo ciudadanos nativos del mundo material, nos resulta muy fácil sentir que este es nuestro hogar permanente. Es fácil olvidar que estamos aquí en este mundo solamente por poco tiempo, en una misión para nutrir nuestras almas, nuestras neshamot.
Jeshván es el momento de cargar las baterías para trabajar contra el olvido natural. Lo que nos da la fuerza es la luz que hemos internalizado en las fiestas del mes anterior. Eso es suficiente para ayudarnos a mantener la conciencia espiritual a medida que el mundo comienza a entrar en su fase de sueño.
Reb Noson escribe que cada persona recibe exactamente el tiempo suficiente para hacer lo que debe en su misión en la vida. No tenemos “momentos superfluos” y ni siquiera un segundo de menos. Por eso, empecemos a utilizar el tiempo para pensar qué es lo que vinimos a hacer en este mundo, ¡y hagámoslo!