En la vida, antes de cada subida, tiene que haber una caída.
La profundidad y la oscuridad de la caída se determinan según la altura y el beneficio de la subsiguiente subida.
Vemos esto al contemplar lo que ocurrió en el milagro de Purim. Siendo que Purim nos trajo tanta luz y tantos milagros que seguimos viviendo hasta el día de hoy, no ha de sorprendernos entonces que Haman-Amalek haya sido una amenaza tan terrible a la continuidad de la existencia del pueblo judío.
La profundidad y la oscuridad de la caída se determinan según la altura y el beneficio de la subsiguiente subida.
Reb Noson enseña que cada milagro en la vida en cierta forma está relacionado con el milagro de Purim:
La increíble Divina Providencia oculta en la secuencia de acontecimientos de la historia de Purim es una revelación de la Divinidad mucho mayor que los milagros revelados que tuvieron lugar en el Éxodo de Egipto y la división del Mar Rojo. Esto es porque revelar Divinidad dentro del velo de ocultamiento es mucho más grande que vivir Su revelación por medio de milagros revelados.
Imagínate si tuvieras la posibilidad de ver a Di-s en todas partes y en cada situación. ¿Verdad que sería increíble? Pero al leer la historia de Purim vemos que eso fue lo que ocurrió con la supervivencia del pueblo judío y lo que sigue ocurriendo con cada uno de nosotros en nuestras propias vidas.
Por eso, levántate el ánimo y sigue adelante. Respira bien profundo y espera con paciencia a que llegue la salvación de Dios en la subida que está por llegar a tu vida.
Tú siempre fuiste la salvación de ellos, su esperanza en cada generación, para hacer saber que todos los que depositan su esperanza en Ti no serán avergonzados, ni aquellos que confían en Ti serán objetos de ignominia jamás.
-Shoshanat Yaakov que se recita en la sinagoga tras la lectura de la Meguilá de Ester