Tishá BeAv

El corazón sigue estando muy lejos aún de la mente y de lo que estamos diciendo con la boca

Mientras nos preparamos para Tishá BeAv, es bueno tener en mente algunas de las ideas principales del Rebe Najman con referencia al servicio que se debe llevar a cabo en este día.

Al recitar las Kinot, muchos sentimos un cierto nivel de desconexión. Intelectualmente, todos entendemos en cierta forma el concepto de que estamos en el exilio, esperando aún que llegue la Redención. Incluso logramos entender de qué manera se manifiesta en nuestra vida personal. Pero el corazón sigue estando muy lejos aún de la mente y de lo que estamos diciendo con la boca. Por eso, muchas veces nos preguntamos si las Kinot realmente tienen algún valor.

Al recitar las Kinot, muchos sentimos un cierto nivel de desconexión. Intelectualmente, todos entendemos en cierta forma el concepto de que estamos en el exilio, esperando aún que llegue la Redención. Incluso logramos entender de qué manera se manifiesta en nuestra vida personal. Pero el corazón sigue estando muy lejos

No obstante, debemos tener en cuenta que todo el mundo es dirigido por Hashem por medio de Su Providencia Divina, que se manifiesta en cada detalle de la Creación. Por supuesto, debemos hacer todo lo posible por despertar dentro de nosotros mismos una cierta sensación de luto y conectarnos con las Kinot. Pero si no lo logramos, entonces debemos saber que es la voluntad de Hashem que Lo sirvamos así.

Debo tener conciencia de que incluso estas Kinot que digo con esta falta de sentimiento también forma parte del luto general del Pueblo de Israel. El poco sentimiento de luto que logre despertar dentro de mí mismo es en sí un enorme logro. No debo darme por vencido por el hecho de que no logre hacer tanto o tan bien como hubiera querido.

Por el contrario: esto en sí mismo ya es motivo para guardar luto, y para lamentarme por esta carencia. Puedo dirigirme a Dios y decirle: “Mira lo profundo que he caído en este exilio, que ya ni siquiera siento pena por él…”.

Que Hashem nos ayude a que este sea nuestro último Tishá BeAv en el exilio y que llegue muy pronto el Mashíaj. Amén!