¿Acaso alguna vez te pasó esto?
Tienes que tomar una decisión. No estás seguro de cuál dirección debes tomar. Dentro de tu mente vas hacia un lado y hacia el otro. Contemplas todas las posibilidades
Finalmente, haces lo que te parece lo mejor. Y entonces, casi inmediatamente, te entran dudas. Empiezas a preocuparte pensando que no tomaste la decisión correcta. Incluso es posible que salgan a la luz nuevos factores. De repente, estás en suelo resbaladizo.
Tienes que tomar una decisión. No estás seguro de cuál dirección debes tomar. Dentro de tu mente vas hacia un lado y hacia el otro. Contemplas todas las posibilidades
Finalmente, haces lo que te parece lo mejor. Y entonces, casi inmediatamente, te entran dudas
Rebe Najman dice que esto nos sucede a todos en algún u otro momento. Él nos dice que es muy fácil darles consejos a los demás y que lo realmente difícil es darnos consejos a nosotros mismos.
Tenemos que escuchar los consejos de los demás. Pero tenemos que consultar con personas que no solamente son inteligentes, sino que poseen sabiduría de la Torá, personas cuyo principal objetivo es tratar de hacer la voluntad de Hashem, personas con las que sentimos que podemos hablar y recibir consejos que no son solamente correctos desde el punto de vista material sino también desde el punto de vista espiritual.
E incluso en ese caso, nunca podemos estar cien por ciento seguros de que el consejo que estamos recibiendo y la decisión que estamos tomando son cien por ciento la decisión más correcta. Lo que podemos hacer es pedirle a Hashem que la decisión que tomemos sea la correcta y, si no, por lo menos que la motivación que tengamos sea la correcta.
Que tengas un día en el que no te resulte difícil tomar decisiones, un día en el que, si necesitas consejo, recibas el mejor consejo posible.