Rebe Najman enseña: “Es una gran mitzvá agudizar la mente”.
La Gueulá (redención) que esperamos con anhelo sólo puede producirse si hay shalom (paz) entre el pueblo judío. Cuando no hay shalom, no podemos hablar sinceramente unos con otros y no podemos ayudarnos a deshacernos de las falsas creencias. Para que la Gueulá llegue, tenemos que perfeccionar nuestra fe. Para progresar hacia la fe, tenemos que poner fin al majloket (controversia, discusión, lucha). ¿Cómo lo hacemos?
Rebe Najman nos dice que para desarraigar el majloket (controversia), debemos estudiar la halajá (ley judía). El estudio de la halajá es un proceso de clarificación. ¿Está alguna cosa (o algún acto) permitido o prohibido? ¿Kosher o no kosher? ¿Ritualmente impuro o puro? (“Kosher” en su sentido halajico puede significar válido o apto, y no se utiliza para describir el estatus de un alimento. El alimento está o bien permitido o bien prohibido). Esto es muy sorprendente en dos sentidos.
Rebe Najman nos dice que para desarraigar el majloket (controversia), debemos estudiar la halajá (ley judía). El estudio de la halajá es un proceso de clarificación.
En primer lugar, ¿cómo puede el conocimiento de la ley ritual influir positivamente en el comportamiento interpersonal? En segundo lugar, el estudio de la halajá en sí mismo implica majloket (controversia), desde los Tanaim hasta los eruditos contemporáneos de la Torá. ¿Cómo puede el estudio de sus desacuerdos servir para deshacerse del majloket (controversia)?
El majloket (controversia) proviene de un malentendido. A veces, por el mero hecho de no entender lo que se ha dicho o lo que se ha querido decir, sacamos todo tipo de conclusiones erróneas y acabamos teniendo sentimientos injustificados y emprendiendo acciones injustificadas. Los resultados pueden ser desastrosos: véase el infame incidente de Kamtza y bar Kamtza, que fue uno de los catalizadores de la destrucción del Segundo Templo (Gittin 55b).
Un segundo tipo de malentendido consiste en sopesar las reclamaciones en conflicto. Sabemos que “toda historia tiene dos caras”. Pero ¿cuál es la correcta? En ocasiones, ambas afirmaciones pueden ser ciertas, pero no sabemos cuál debe aplicarse. Esto se complica a menudo cuando una de las afirmaciones es presentada por otra persona, alguien a quien no estamos dispuestos a ceder. Dentro de nosotros mismos, a menudo tenemos que elegir entre dos afirmaciones correctas que compiten entre sí, la del ietzer tov (inclinación al bien) y la del ietzer hará (inclinación al mal). ¿Cuál es cuál? Esta confusión, esta confusión de la visión intelectual, es el resultado del pecado de Adán de haber comido del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal.
Ambos tipos de malentendidos caen en el ámbito de lo que Rebe Najman llama “preguntas cuyas respuestas pueden ser entendidas”. Cuando se trata de lidiar con tales preguntas, “es una gran mitzvá agudizar la mente”. En la medida en que nos dedicamos al estudio de la halajá, llegamos a “saber qué responder al hereje” (Avot 2:14). Esto, dice el Rebe, se refiere no sólo al hereje “allá afuera”, sino al hereje dentro de nuestro propio corazón, o sea, el yetzer hara, que no es un enemigo que tenemos que destruir, sino una energía que tenemos que aprovechar. Cuando aprovechamos esa energía mediante una decisión halájica, logramos la tranquilidad. Entonces esta paz se traslada también a nuestra relación con los demás.
Basado en Likutey Moharan I, 62 y Likutey Halajot, Hilkhot Yibum 3:5 ¡A Gutn Shabbos! ¡Shabat Shalom!
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