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Seguir siendo judío

Autor: Chaim Kramer
יש או אין: האם באמת יש לי בחירה חופשית?
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¿Cómo podemos esperar encontrar a Dios, encontrar la espiritualidad, si hemos descendido a las profundidades del ateísmo?

Rabi Najman estaba en contra de la filosofía y la sabiduría secular que enseñan a la persona a cuestionar a Dios y la conducen a ideologías ateas. Estas filosofías han existido durante miles de años. Pero ni un solo buen judío ha surgido de estas “sabidurías” (Sabiduría y Enseñanzas del Rabi Najman #5).

 

La raíz del hombre es espiritual, pero una vez que desciende a este mundo físico, el hombre tiende a inclinarse hacia las “sabidurías” físicas. Cuando estos pensamientos echan raíces en la mente de una persona, crecen y ocupan espacio. Cómo podemos entonces esperar encontrar a Dios o encontrar la espiritualidad, si hemos descendido a las profundidades del ateísmo” (Likutey Moharan I, 35:1).

La raíz del hombre es espiritual, pero una vez que desciende a este mundo físico, el hombre tiende a inclinarse hacia las “sabidurías” físicas. Cuando estos pensamientos echan raíces en la mente de una persona, crecen y ocupan espacio. Cómo podemos entonces esperar encontrar a Dios o encontrar la espiritualidad, si hemos descendido a las profundidades del ateísmo”

La razón por la que buscamos “sabidurías” tiene que ver con el hecho de que la Sabiduría Supernal es la fuente de toda la Creación, tal como está escrito (Salmos 104:24): “Todo fue creado con sabiduría”. En realidad, estamos buscando nuestra fuente. Sin embargo, debemos buscar nuestra propia fuente (Likutey Moharan I, 35:1). La sabiduría y los logros intelectuales no deben verse como una meta en sí mismos. Más bien, deben ser un vehículo para llevarnos a la Fuente de la sabiduría -a Dios mismo- y no un vehículo que nos aleje de Él.

 

La fe se aplica sólo cuando no podemos entender. A través del estudio y la plegaria llegamos a comprender más a Dios y su grandeza, y podemos saber más sobre Él. Sin embargo, la llave de la puerta del entendimiento es sólo la fe. Sin esta llave, nunca podremos alcanzar la verdadera sabiduría (Likutey Halajot, Netilat Yadayim Li-Seudá 6:1).

 

Y, aunque hayamos resbalado y caído en el ateísmo y la herejía, nunca debemos rendirnos. “Me he hundido tanto, ¿cómo podré volver?” “¿Cómo podré limpiar mi mente?” Rabi Noson dijo: “No importa lo que escuche de los labios de un judío -incluso cosas que no están de acuerdo con nuestra fe- yo sé que en el fondo de su corazón, siempre será un judío” (Kojavey Or). La fe que cada uno de nosotros tiene en el interior de su alma es para siempre. Debemos extraer de esta fe interior y seguir extrayendo de ella, una y otra vez. Finalmente, alcanzaremos la fe pura.

הצדיק פועל כגשר בין הרוחני לגשמי ולכן מסוגל להביא כוח חיות רוחני לעולם הגשמי

A través del estudio y la plegaria llegamos a entender más a Dios y Su grandeza, ¡y podemos saber más de Él!

 

Una vez una persona fue a ver a Rabi Najman quejándose de los problemas y las preguntas que tenía con respecto a la fe. Sentía que quería servir a Dios y tener fe en Él, pero todo el tiempo las dudas volvían a aparecer. El Rebe le dijo: “Toda la Creación surgió gracias a personas como tú. Dios vio que habría personas que tendrían que luchar, a veces contra todo pronóstico, para mantener su fe. Para estas personas Dios creó el mundo (Sabiduría y Enseñanzas del Rabi Najman #222).

 

El Rabino Zvi Aryeh Rosenfeld comenzó a difundir la jasidut de Breslov en Norteamérica a finales de la década de 1940. A lo largo de los muchos años que enseñó, siempre habló de la importancia de la fe. Él consiguió inculcar esta fe a cientos, quizás miles, de personas. Él siempre decía que el primer paso en la enseñanza del judaísmo es la fe. Con la fe, uno puede reconocer la verdadera belleza del judaísmo. Entonces entenderá que puede ser un judío, y lo mucho que puede elevarse espiritualmente en este mundo. Pero sin fe, la persona no está en ninguna parte. Así, Rabi Najman enseña: “¡Quien no tiene fe, su vida no es vida!”. (Sabiduría de Rabi Najman #32). Mi Rosh Yeshivé solía decir: “Quien tiene fe no tiene preguntas; quien no tiene fe nunca tiene respuestas” (Rabi Eliahu Jaim Rosen).

 

La fe se aplica sólo cuando no podemos entender

 

“¿Por qué el Rebe Najman expresa tanta resistencia a la filosofía?”, me preguntó un amigo de Nueva York. Típicamente, le respondí con una pregunta propia:

 

“¿Acaso tú impulsas a tu hijo pequeño a que saque buenas notas en la escuela primaria?”

 

“¡Sí, por supuesto!”

 

“¿Con qué propósito?” quise saber.

 

“Para que pueda recibir una educación”.

 

“¿Qué hará con esa educación?”

 

“Irá a la universidad”, respondió mi amigo con confianza.

 

“¿Con qué propósito?”

 

“Para que pueda vivir su vida lo mejor posible. Ganarse la vida. Pagar sus facturas. Asegurarse una vida cómoda para él y su familia”.

 

“Suena lógico”, dije, razonando en voz alta. “Se inicia al niño desde pequeño y se le inculcan valores educativos durante sus dieciséis o más años en la escuela. Luego, a partir de los veinte años, es capaz de mantenerse a sí mismo, a su familia y tal vez de contribuir a la sociedad durante un período de cuarenta o cincuenta años”.

 

“Sólo una pregunta más. ¡¿Cuánto tiempo quieres que tu hijo sea judío?!”

 

Toda la esencia dek Rabi Najman era el judaísmo. Lo pensaba y lo vivía. Y por eso, el judaísmo fue aquello en lo que puso más énfasis. Todo lo que pudiera alejar a una persona del judaísmo, él lo rechazaba. Mira cuánto énfasis se pone hoy en día en la educación general. Sin embargo, hay personas que consideran suficientes unas pocas horas de educación judía a la semana, esperando que esto sea suficiente para que sus hijos permanezcan fieles al judaísmo y a la vida judía.

 

 

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