Seguir al Tzadik

מבול ועלה של זית - פרשת השבוע נח

Mis hijos más chiquitos me preguntan a menudo si Noaj era judío. Me parece una pregunta interesante porque tendemos a no asociar a Noaj con la fundación de la nación judía como hacemos con Abraham, Isaac y Jacob. Pero, ¿acaso Noaj no fue un gran tzadik por cuyo mérito el mundo se salvó de la destrucción total?

 

“Noaj fue completamente justo en su generación” (Génesis 6:9). Rashi explica que algunos interpretan este verso como un gran elogio para Noaj, que vivió en una generación corrupta. Pero otros dicen que la palabra be’dorotav (en su generación) implica que si Noaj hubiera vivido en una generación más justa, como la de Abraham, entonces no habría sido considerado nada especial.

Sin embargo, ¿cómo podemos decir esto de alguien a quien la Torá llama un “tzadik completo”, alguien a quien la Torá atestigua que pasó 120 años de su vida construyendo lo que parecía ser una extraña mega-nave exactamente de la forma en que se le ordenó, mientras el resto del mundo miraba y se reía?

“Noaj fue completamente justo en su generación” (Génesis 6:9). Rashi explica que algunos interpretan este verso como un gran elogio para Noaj, que vivió en una generación corrupta. Pero otros dicen que la palabra be’dorotav (en su generación) implica que si Noaj hubiera vivido en una generación más justa, como la de Abraham, entonces no habría sido considerado nada especial.

Reb Noson explica que Noaj no era Moisés. Cuando Dios amenazó con eliminar a los judíos tras el pecado de construir el Becerro de Oro, Moisés suplicó en su nombre: “Si es así, entonces elimíname a mí también”. Moisés comprendió que Dios posee mucha “bondad oculta” y que, aunque la humanidad esté lejos de la santidad, era su función revelar el alcance de la bondad y la compasión de Dios, pues “Dios creó un mundo de bondad.” Si Noaj hubiera tenido esta profundidad de comprensión, también podría haber salvado al mundo.

למרות שהמבול שטף את כדור הארץ כולו הוא לא נכנס לארץ ישראל

Hay una regla según la cual, una vez que Dios concede permiso para la destrucción, todo el mundo está en peligro. Noaj no fue una excepción, y él mismo tuvo que huir y esconderse. El Tzadik representa la bondad, pero si no revela esta bondad, esta permanece oculta. Así, Noaj tuvo que recluirse y encerrarse en el arca.

 

Durante 120 años, Noaj estuvo construyendo el arca, cuyo propósito era crear curiosidad e interés y concienciar sobre la urgente necesidad de arrepentimiento. Sin embargo, sólo Noaj y su familia lograron salvarse. No consiguió llevar consigo ni siquiera a una persona más. No fue capaz de bajarse de su muy elevado y justo nivel para encontrar méritos en los malvados, rezar por ellos y despertarlos espiritualmente, descubriendo sus puntos buenos. El verdadero tzadik, por el contrario, tiene la capacidad de llegar a aquellos que están más alejados de Dios y hacer todo lo posible para traerlos de vuelta.

 

Hoy vivimos en un mundo que se parece cada vez más a la generación del Diluvio. ¿Cómo podemos salvarnos de la destrucción espiritual y física? Comprendiendo que Dios nunca nos dejará sin un verdadero Tzadik que nos guíe y haga bondad por nosotros. Ahora, como siempre, confiamos en el Rebe Najman para revelar la verdadera esencia de Dios y mostrarnos cómo conectarnos con Él de la manera más significativa y personal.

 

Basado en Likutey Halajot, Milá 3; ibid. Shabat 7