¿Por qué Rabi Najman rechaza de plano toda forma de filosofía y sabiduría secular, mientras que pone tanto énfasis en la emuná, o sea, en la fe?
El sobrino de Rabi Ishmael le preguntó: “Viendo que ya he estudiado toda la Torá, ¿acaso me está permitido estudiar las filosofías griegas?”. Rabí Ishmael respondió: “Sí, pero sólo durante esa hora que no es ni de día ni de noche” (Menajot 99b).
El 9 de octubre de 1802, el zar Alejandro I de Rusia emitió un ukase, en el que establecía una serie de normas contra los judíos. Estos fueron conocidos como punkten, los decretos de puntos, precursores de los edictos para la conscripción forzosa de los judíos en el ejército del Zar y la educación secular obligatoria. De estos dos decretos, Rebe Najman temía particularmente la ley de educación secular, ya que, como declaró, destruiría a las futuras generaciones de judíos (ver Hasta el Mashiaj, Reseña Histórica; Sabiduría de Rabi Najman #131; Tzadik #127, #132).
Una vez, al discutir estos decretos, el Rebe exclamó: “¡Ay de nosotros, que ni siquiera pensamos en el bienestar de nuestros hijos – lo que les sucederá a ellos y a sus futuras generaciones! ¡Serán ahogados en el torrente de herejías que se está extendiendo tan rápidamente a causa de nuestros pecados!” (Tzadik #417).
El Rebe Najman temía especialmente la ley de educación secular, pues, como declaró, causaría estragos en las futuras generaciones de judíos.
Muchos se preguntan: ¿Por qué Rebe Najman rechaza de plano todas las formas de filosofía y sabiduría secular, mientras pone tanto énfasis en la fe?
Muchos se preguntan: ¿Por qué Rebe Najman rechaza de plano todas las formas de filosofía y sabiduría secular, mientras pone tanto énfasis en la fe?
En primer lugar, dejemos claro que Rebe Najman es uno de los principales exponentes de la utilización de las capacidades intelectuales que Dios nos ha dado de la mejor manera posible. Y esto es algo que él explicó en forma muy clara ya en la primera lección de Likutey Moharán, donde dice: “La persona debe utilizar su intelecto al máximo para encontrar a Dios en todos los aspectos de la Creación”. Esto es algo que debemos hacer a diario, en cualquier situación que enfrentemos – encontrar a Dios en todas partes. Sólo podemos hacerlo si tenemos un conocimiento lo suficientemente amplio como para comprender cómo la Divinidad existe en todo. Además, si profundizáramos en el Likutey Moharán, descubriríamos que prácticamente todas las lecciones hablan de la importancia de la daat (conciencia espiritual) y de cómo cada persona debe tratar de encontrarla y desarrollarla.
En segundo lugar, Rebe Najman no rechaza el derecho de la persona de ganarse la vida. Él, al igual que todos nuestros sabios y codificadores talmúdicos, valoraba la importancia de poder mantener a la propia familia. Sin embargo, en el mundo del conocimiento secular hay muchas, muchas preguntas que no tienen respuesta; al menos ninguna respuesta que la mente humana pueda comprender. El hombre, por definición, es un ser limitado: limitado en la profundidad de su inteligencia y limitado en la duración de su vida. Por lo tanto, es imposible responder a estas preguntas que pertenecen a la Fuente de la Creación, ya que tales preguntas, por definición, se refieren al Infinito. Estas preguntas y respuestas se encuentran en el reino del makif (entorno), que están por encima del intelecto humano. Muchas veces, cuando una persona hace una pregunta, también formula una respuesta en su mente. Esto responde a la pregunta, pero entonces surge otra pregunta, una que había sido previamente un makif. Esa pregunta también encuentra una respuesta. Y así sucesivamente: otra pregunta más, otra respuesta más. Hay que tener mucho cuidado a la hora de responder a estas preguntas, ya que existen ciertas preguntas que están más allá de la capacidad humana de responder. Estas preguntas deben permanecer sin respuesta, ya que, de otro modo, tendrán una influencia negativa en la fe del individuo (Likutey Moharan II, 7:6-8). En otra instancia, el Rebe nos dice que la persona que ha pecado está destinada a ser constantemente perturbada por estas preguntas (Sabiduría de Rabi Najman #32).
El Rebe Najman sabía que cada palabra de filosofía que no nos dirija hacia Dios, nos alejará automáticamente de Él. Aquí no se trata de tener “lo mejor de ambos mundos”. Los dos conceptos, fe y filosofía, son mutuamente excluyentes. En el estudio de la Torá se nos enseña a cuestionar y a desafiar. Basta con observar una sola sesión de pilpul (debate) talmúdico para darse cuenta de la cantidad de cuestionamientos que se producen incluso en una sola página de la Torá. Pero hay limitaciones en lo que la mente humana puede conjeturar y comprender. Ese es el poder de la fe. Hoy no lo entendemos. ¿Mañana? Tal vez. Aceptamos de buena fe hasta que seamos capaces de comprender.
La filosofía, por su parte, se basa en la premisa de que es deseable el cuestionamiento constante; enseña que todo lo que no se entiende, no tiene por qué aceptarse. Se niega a reconocer las limitaciones de la mente humana. Pero el hombre es limitado. Los científicos han pasado millones de horas y han gastado miles de millones de dólares tratando de entender la Creación y lo único que tienen son teorías contradictorias. Son estas teorías desperdiciadas sobre la naturaleza de la vida, teorías e ideas que desafían la existencia misma de Dios -pero que sólo conducen a más especulación- a las que el Rebe Najman se opone con vehemencia.
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Así, el Rebe Najman advirtió: Voy a revelar un secreto. Se viene una ola de ateísmo que envolverá al mundo. Sé que mis seguidores se fortalecerán en la fe, incluso sin esta revelación. Pero puede haber otros que presten atención a esta llamada y se fortalezcan con ella. Es por ello que revelo el futuro (Sabiduría del Rebe Najman #35). Muchas veces el Rebe suspiraba y gemía por los problemas causados por la propagación del ateísmo. Decía que esa sería la prueba a la que se enfrentarían los judíos antes de la llegada del Mashiaj. Uno podría pensar que sería fácil soportar la prueba de la fe, ya que muchos, muchos Tzadikim también previeron la próxima ola de ateísmo y advirtieron contra ella. Sin embargo, las tentaciones y las pruebas serán tan grandes, que por mucho que la persona sea consciente de que se enfrenta a una prueba, las olas del ateísmo seguirán levantándose contra ella (Sabiduría de Rabi Najman #220).
El Rebe Najman enseña: Los pecados de la persona la llevan a la herejía (El Libro del Alef-Bet). Entrar en el reino de la filosofía nos coloca en un círculo muy vicioso. Si pecamos, estamos atrayendo la herejía hacia nosotros mismos. Esta herejía destruye nuestro deseo de la Torá, de modo que empezamos a evitar, incluso a rechazar, la influencia tan importante que la Torá debería tener en nuestras vidas. Esto, a su vez, lleva a más pecados, que nos llevan a más herejías, que a su vez nos alejan aún más de Dios.