Pregunta: ¿Cuál es la causa de que una persona pierda su vigor y su energía en Avodat Hashem (el servicio Divino)?
Esto se debe a que está sonando una “melodía” extraña en su corazón; un viento de tormenta compuesto por las voces del Ietzer Hora, la Mala Inclinación, y las palabras vanas, la política, las peleas y todo tipo de ideas y opiniones que le están confundiendo la mente.
Debemos saber que la Yetzer Hora no tiene demasiadas formas de ocultar la luz de Hashem. El universo entero canta y proclama el honor de Hashem. Levanta tus ojos y ve Quién creó todo esto. Alguien que se toma un momento de calma para contemplar un poco el mundo puede llegar a obtener un gran anhelo por Hashem. Puede despertarse dentro de él un canto interior que lo impulsa fuertemente hacia Hashem, y que le haga sentir disgusto por todas las vanidades de este mundo. Incluso si se nace con rasgos de carácter e inclinaciones negativas, los poderes de las impurezas son literalmente como una cáscara que cubre una fruta (o sea, la luz de Hashem) pero esta cáscara puede ser fácilmente pelada.
Está sonando una “melodía” extraña en su corazón; un viento de tormenta compuesto por las voces del Ietzer Hora, la Mala Inclinación, y las palabras vanas, la política, las peleas y todo tipo de ideas y opiniones que le están confundiendo la mente.
Así es como serían las cosas si una persona viviera sola en el mundo. Pero como la realidad nos obliga a convivir con otras personas y tenemos que hablar y convivir con ellas, el mundo se llena de voces impropias que alimentan las fuerzas de la impureza. Esto le da a la Mala Inclinación una vida y una mente propias, y la capacidad de engañar a la gente para que se sienta atraída por ella y de despertar una melodía impropia en todo el mundo que arrastra a la gente hacia el materialismo.
La Mala Inclinación hace que la gente caiga en la mentalidad de la Ocultación en forma de pensamientos muy confusos. Esto se produce al escuchar y hablar demasiado con la gente. Esto hace que toda la mente de uno se preocupe por pensar sólo en otras personas, y en pensamientos como “qué dijo”, “qué hizo”, “por qué hizo eso” etc. Es como una canción tormentosa que nos golpea en los oídos y nos hace perder toda la energía y la concentración. Por eso, cuando la mente está aturdida con los asuntos y noticias de la gente, uno no puede obtener vigor de la dulzura del servicio Divino, Avodat Hashem. De ahí a caer y ser arrastrado tras la Mala Inclinación al Mal hay un trecho muy cortito, una vez que uno ha quedado atrapado en la melodía y la mentalidad de la Mala Inclinación.
Este es el castigo de la persona chismosa: ser un Metzora (leproso) que es llevado fuera del campamento de la santidad, donde la luz excelsa no puede brillar sobre él, y es incapaz de apegarse a la luz de la Presencia Divina. En la época del Beit HaMikdash, podíamos ver la tzaraat (especie de lepra) en la piel de la persona y esta era capaz de entender inmediatamente la insinuación y la reprimenda Celestial que se le estaba dando de que debía arrepentirse para que la luz excelsa volviera a él. Pero ahora que vivimos en el exilio, la melodía maligna ha dominado al mundo difundiendo el ruido de la falta de fe, la charla ociosa y el discurso vano, hasta tal punto que ni siquiera vemos una señal de tzaraat que nos despierte.
Una señal clara para una persona es si ha perdido su vivacidad, debe despertarse para escuchar la voz de la santidad, las voces de la construcción del Reinado de Hashem, y huir como una bala de otras voces que despiertan una melodía extraña y la vivacidad en una persona.
Pregunta: ¿Cómo es posible salvarse de escuchar estas voces negativas?
En primer lugar, como hemos dicho, en un nivel simple tenemos que tener cuidado de mantenernos alejados del mal y estudiar los Halachos, y vigilar todo lo que sale de nuestra boca.
Debes saber que la Redención final y completa depende de esto. En el momento de la redención, se revelará una conciencia verdadera de la bondad de Dios, tal como lo vieron los profetas, y nuestros corazones se purificarán hasta que finalmente se cumplirá el versículo: “Hashem será el Rey de todo el mundo, cantadle a Él”, y la verdadera melodía se revelará en todo el mundo.
No pienses que todo esto es algo lejano a ti. El Rebe quiere permitirnos, incluso hoy en el exilio, vivir con la esencia de lo que ocurrirá en el futuro, a través de nuestro intento de servir a Hashem en la Avodá de la plegaria y el canto para inspirar a los corazones a buscar a Hashem.
Así también, alguien que se esfuerza por hacer crecer su emuná a través de la música, concentrándose al máximo mediante la plegaria, con el tiempo, la fe se ha de transformar en una canción interior que animará su alma. Entonces, aunque viva en este mundo y se comporte como todos los demás, comiendo y durmiendo e incluso mezclándose con la gente, ahora logrará traducir todo lo que vea, mirándolo con ojos diferentes. Ya que oye una melodía diferente, una melodía propia de Hashem que le está hablando y llamando para que vuelva a Él.
(Basado en Likutei Halajot)
