En Parshat Bamidbar, la Torá nos enseña acerca del campamento de los judíos en el midbar, el desierto. Cada persona acampaba junto a la bandera de su tribu. Cada una de las doce tribus estaba representada por una bandera diferente, así como por una piedra de diferente color en el pectoral del Kohen Gadol.
Reb Noson explica que de esto aprendemos la importancia de desarrollar nuestra individualidad. Comenzamos buscando y encontrando el punto bueno dentro de nosotros mismos, y luego desarrollamos y construimos sobre la base de ese punto bueno como una expresión de nuestra conexión con Hashem.
. Comenzamos buscando y encontrando el punto bueno dentro de nosotros mismos, y luego desarrollamos y construimos sobre la base de ese punto bueno como una expresión de nuestra conexión con Hashem.
En la práctica, esto se lleva a cabo desarrollando los propios rasgos de carácter, aquellos por los que tienes predilección. También puedes basar este crecimiento y desarrollo en las mitzvot. Es posible que haya una mitzvá a la que te sientas especialmente atraído. Puedes desarrollar esa mitzvá, dice Rebe Najman, hasta el punto de sobresalir en tu enfoque y compromiso con esa mitzvá en particular, lo cual no significa que puedas descuidar las otras mitzvás, sólo significa que estás haciendo tuya esa mitzvá en particular. La “propiedad” de esa mitzvá es una expresión de tu nombre único.
Además, a cada judío le corresponde una letra de la Torá. El Rollo de la Torá no es utilizable si falta una sola letra. Reb Noson explica que sólo cuando tenemos ajdut, unión, sólo cuando acampamos juntos y cada judío está presente, la Torá puede estar completa. Por eso, leemos acerca de la unión del pueblo judío en la parashá Bamidbar, justo antes de la festividad de Shavuot.
Shavuot es el Yom Tov en el que recibimos la Torá. Pero para que la Torá esté completa, debemos amarnos los unos a los otros. Debemos buscar los puntos buenos de los demás. Este amor debe incluir el reconocimiento de que cada uno de nosotros es un ser individual. Este amor debe permitir que los demás expresen esa individualidad en su servicio a Hashem. No tenemos que ser clones. No tenemos que copiarnos de nadie. No tenemos que tener todos el mismo aspecto, o pensar igual o vestirnos igual. Tenemos que respetar el hecho de que una persona es diferente de la otra.
Que tengas un día de individualidad y unión con todos los que te rodean.