Parashat Noaj

זאת הדרך לזכות ברחמים ובחסדים של בורא עולם

¿Cómo fue tu Yom Tov? El mío fue maravilloso.

Primero experimenté las impresionantes alturas espirituales de estar en Uman para Rosh HaShaná; luego la solemne elevación del día más sagrado del año, Yom Kipur, y luego ocho días de alegría junto a mi familia en la sucá.

Pero el día siguiente fue muy difícil. Además de todo el trabajo, como desmontar la sucá y limpiar después de Yom Tov, la vida volvía rápidamente a la “normalidad”. Mi trabajo es tan presionado y estresante como cualquier otro. Tengo plazos que cumplir, obligaciones financieras que cumplir, y una multitud de problemas que siempre surgen. Esto me llevó a preguntarme: ¿Acaso Tishrei es una especie de Oktoberfest judío que se celebra una vez al año, o su o su ubicación al principio del año indica su importancia e influencia?

Por muy difícil que sea construir una sucá, el arca de Noé fue una hazaña mucho mayor. Durante 120 años, Noé se esforzó en construir esta estructura masiva. ¿Por qué se le pidió que construyera algo durante tanto tiempo? Imagínense a su vecino trabajando las 24 hs del día, erigiendo una torre gigante. ¿No les picaría la curiosidad o les llevaría a preguntar: “¿Qué diablos estás haciendo?”.

¿Acaso Tishrei es una especie de Oktoberfest judío que se celebra una vez al año, o su o su ubicación al principio del año indica su importancia e influencia?

Dios le encargó a Noé un proyecto de construcción masiva con el fin de que fuera “noticia”. Esto garantizaría que sería inundado de entrevistas y tendría una amplia oportunidad para animar a la humanidad a hacer teshuvá.

El Zohar (Hashmatot, Bereishit 254b) enseña que después del diluvio, Noé fue testigo de la destrucción del mundo y se puso a llorar. Dijo: “Amo del Universo, Tú eres llamado ‘Compasivo’. ¿Por qué no fuiste compasivo entonces con Tu creación?” Dios lo reprendió: “¡Tonto! ¿Ahora dices esto?” Porque incluso después de trabajar 120 años, Noé no fue capaz de acercar a un solo judío de vuelta a Dios. No era que Noé careciera de piedad. Todo lo contrario – era un gran tzadik. Pero le faltaba la capacidad de percibir la absoluta compasión de Dios. Por lo tanto, era muy apropiado que fuera salvado al ser cerrado en un arca. Noé no podía no podría haber permanecido en la tierra, ya que era incapaz de relacionarse con los que se habían alejado de Dios y de la santidad. Él sólo podía existir en un entorno espiritual artificial.

התיבה של נוח נתנה לי להתבונן על החיים מזווית ראיה עמוקה ומעניינת יותר

El Zohar compara el arca con Yom Kipur, diciendo que el arca se posó en tierra firme en el séptimo mes – ¡Tishrei!

Durante el pasado Tishrei, fuimos bendecidos con un esfuerzo espiritual tras otro. Sin embargo, justo cuando dejamos el hogar, que es el pináculo de la santidad, cambiándolo por el aire libre de la sucá, también debemos dejar atrás la temporada de las Altas Fiestas y volver a la vida “normal”. Sin embargo, la sucá nos enseñó una tremenda lección: Al igual que el techo de la sucá, Dios se cierne sobre nosotros siempre. Su compasión no tiene fin.

Hemos demostrado que podemos ascender a grandes alturas, y que somos miembros activos de la gran nación de Dios, pero ¿podemos también ir más allá de Noé? ¿Podemos servir a Dios cuando Él está oculto? Cuando empezamos a comprender Su verdadera grandeza y compasión, podemos empezar a servirlo en cualquier situación en la que nos encontremos. El mayor deseo de Dios no es que tengamos una relación durante un mes o dos al año, sino cada día, en todas las facetas de nuestra vida. Este es el reto y la grandeza de cada judío. Que todos merezcamos un año feliz de de verdadera cercanía con Dios. Amén.

Basado en Likutey Halajot, Hiljot Shabat 7