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Los Nueve Días

Autor: Ester Shechter
הביקור של רבי צבי אריה רוזנפלד בירושלים
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Desde Rosh Jodesh Av hasta el día de Tishá Be´Av transcurren nueve días que son conocidos con el nombre (suficientemente explicativo) de “los nueve días”. En este periodo de tiempo las normas de luto se intensifican y, aunque hay leves variaciones entre las costumbres sefardíes y ashkenazíes, el paso de estos días se hace un poco más difícil precisamente para recordar los terribles acontecimientos que transcurrieron en estas fechas.

 

Durante estos días reina una atmósfera diferente, enrarecida, no es el mejor momento para tomar decisiones o para emprender nuevas tareas.

 

Realizar viajes de placer, excursiones o ir a la playa son varias de las actividades que no están recomendadas hacer en este periodo de tiempo. Hay que hacer notar aquí, por ejemplo, que en Israel cada año hay medusas en la playa en el periodo que coincide con las tres semanas así que incluso quien quisiera saltarse esta costumbre, deja de ir a la playa durante estos días. Cada año es la misma historia, ¿coincidencia? De ninguna manera, las coincidencias no existen, son una forma de HaShem para ayudarnos a cumplir los preceptos que debemos guardar.

Desde Rosh Jodesh Av hasta el día de Tishá Be´Av transcurren nueve días que son conocidos con el nombre (suficientemente explicativo) de “los nueve días”. En este periodo de tiempo las normas de luto se intensifican

Di-s siempre está con nosotros, nos cuida y nos protege pero algunas veces, tristemente, nuestro comportamiento deja tanto que desear que tienen lugar acontecimientos terribles como la destrucción del Primer y Segundo Templo.

 

Di-s no nos abandona sino que hay determinados momentos en el que no queda otra que recibir una reprimenda para aprender la lección. En este caso, aún no hemos aprendido la lección ya que no hemos tenido el mérito todavía de que el Templo sea reconstruido. Por tanto, debemos seguir trabajando en nuestras midot para lograr este objetivo tan largamente esperado por todas las generaciones de judíos del mundo entero (sin distinguir entre sefaradim y ashkenazim porque al fin y al cabo todos queremos lo mismo).

כשבית המקדש עמד על מכונו היה לנו מקום לעסוק בעבודה רוחנית חשובה – ביטול

En estos nueve días, como decía, hay varias restricciones que se aplican para acentuar el periodo de duelo en el que nos encontramos y estas son:

  • No lavar ropa ni usar ropa recién lavada (para ashkenazim).
  • No beber vino ni comer carne.
  • No bañarse por placer (para ashkenazim).
  • No cortarse el pelo ni afeitarse (para ashkenazim).

 

Estas son las actividades que se añaden, ya que desde el principio de las tres semanas, desde el ayuno del 17 de Tamuz, ya estaban prohibidas otras actividades como escuchar música.

 

El período de duelo se intensifica aún más en la semana en la que cae Tishá Be´Av aunque este año al tener lugar el domingo próximo no da lugar a cumplirlas. Y, obviamente, llegamos al día culmen de este periodo que es el día del ayuno propiamente.

 

Este día es complicado, es triste, pasamos hambre y sed y aún así no podemos llegar a imaginar el sufrimiento de nuestros antepasados al ver cómo lo que más querían se lo arrebataban y ardía frente a sus ojos.

 

En esta semana debemos dedicarnos especialmente a la introspección personal para averiguar qué podemos aportar, cuál es nuestro granito de arena para que tengamos el mérito de que el Templo sea reconstruido pronto en nuestros días.

 

Piensa qué puedes hacer para mejorar el mundo, y no le des más vueltas: hazlo.

 

 

 

 

 

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