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La Parashat HaMan – Un regalo del Cielo

Autor: breslov.org
Parshat HaMan: Today!
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El martes de la semana en que se lee la parashá de la sección de Beshalaj, se acostumbra leer la sección de la Torá que narra el episodio del maná, el pan milagroso que cayó del Cielo para los israelitas. Su lectura es una segulá, o sea, un recurso espiritual que atrae una abundancia de sustento todo el año, ya que el maná representa la bendición Divina A continuación: el texto de la Parashat HaMan traducido al español con fonética, para que incluso aquellas personas que no saben hebreo puedan recitarlo en lashón hakodesh:

Su lectura es una segulá, o sea, un recurso espiritual que atrae una abundancia de sustento todo el año

Este es el rezo que se dice antes de recitar el Parashat HaMan:

Que sea Tu voluntad, Hashem nuestro El Eterno y el Eterno de nuestros padres, que le des el sustento a todo Tu pueblo Israel, y mi sustento, y el sustento de mi familia, con facilidad y no con dolor, con honor y no con vergüenza, en forma permitida y no en forma prohibida, para que podamos servirte y estudiar Tu Torá, igual que les diste de comer el maná a nuestros antepasados en el desierto, en una tierra árida y desierta.

Y este es el texto que se debe leer:

Y el Eterno le dijo a Moshé: “Haré que les llueva pan desde el cielo. El pueblo saldrá a recoger suficiente para cada día. Los pondré a prueba para ver si cumplirán o no Mi ley.
Vaiomer Ado-nai el Moshe: hineni mamtir lajem lejem min-hashamaim. Veiatzá ha-am velaktu dvar-iom beiomo le-maan anasenu haielej betorati im-lo.
El viernes, tendrán que preparar lo que traigan a su hogar. Será el doble de lo que recojan cualquier otro día”.
Vehaia baiom hashishi vehejinu et asher-iavíu vehaiá mishné al asher ilketu iom iom.
Moshé y Aarón les dijeron a los israelitas: “Cuando llegue el atardecer, sabrán que fue El Eterno Quien los sacó de Egipto;
Vaiomer Moshe ve-Aaron el kol : erev vidatem ki Ado-nai hotzí etjem me-eretz Mitzraim.

Y a la mañana, verán la gloria del Eterno. Él ha oído las quejas de ustedes, las cuales son contral Eterno. Después de todo, ¿qué somos nosotros para que se quejen contra nosotros?”.
U-voker u-reítem et-kvod Ado-nai beshomó et tlunoteijem al Ado-nai venajnu ma ki talinu aleinu

Moshé dijo: “Al atardecer, El Eterno les dará carne para comer y, por la mañana, habrá suficiente pan para llenarlos. El Eterno ha oído sus quejas, que en realidad están dirigiendo contra Él. ¿Qué somos nosotros? ¡Las quejas de ustedes no son contra nosotros sino contral Eterno!”.
Vaiomer Moshe betet Ado-nai lajem ba-erev basar leejol velejem ba-boker lisboa bishmoa Ado-nai et tlunoteijem asher atem malinim alav. Venajnu mah lo aleinu tlunoteijem ki al Ado-nai.
Moshé le dijo a Aarón: “Dile a toda la comunidad israelita que se reúnan delante dell Eterno, puesto que Él ha oído las quejas de ustedes”.
Vaiomer Moshe el Aaron: emor el kol adat Bnei Israel kirevu lifnei Ado-nai ki shama et tlunoteijem.
Cuando Aarón le habló a toda la comunidad israelita, se volvieron hacia el desierto. La gloria dell Eterno fue visible en las nubes.
Vaiehi kedaber Aaron el kol adat vaifnu el hamidbar vehine kvod Ado-nai nirá be-anan.
El Eterno le habló a Moshé, diciendo:
Vaiedaber Ado-nai el Moshe le-emor.
“He oído las quejas de los israelitas. Háblales y diles: ‘A la tarde comerán carne, y a la mañana, comerán pan hasta saciarse. Entonces sabrán que Yo soy el Eterno su El Eterno”.
Shamati et tlunot bnei Israel. Daber alehem leemor bein ha-arbaim tojlu vasar uvaboker tisbeú-lajem. Vidatem ki ani Ado-nai Eloheijem.

Ese atardecer, vino una manada de codornices y cubrió el campamento. Entonces, por la mañana, había una capa de rocío en torno al campamento.
Vaiehi va-erev vataal haslav vatejas et hamajané uvaboker haitá shijvat hatal saviv la-majané.
Cuando la capa de rocío se evaporó, hubo pequeños granos por toda la superficie del desierto. Parecía escarcha fina sobre el suelo.
Vataal shijvat hatal vehiné al pnei hamidbar dak mejuspas dak kakfor al ha-aretz.
Los israelitas lo miraron, y no tenían idea de lo que era. “¿Qué es?”, se preguntaban unos a otros. Moshé les dijo: “Éste es el pan que El Eterno les da para comer.
Vairú bnei Israel vaiomrú ish el ajiv man hu, ki lo iadú ma-hu. Vaiomer Moshe alehem hu halejem asher natan Ado-nai lajem leojlá.
Las instrucciones dell Eterno son que cada hombre tome tanto como necesite. Habrá un ómer por cada persona, según el número de personas que cada hombre tenga en su tienda”.
Ze hadavar asher tzivá Ado-nai: liktu mimenu ish lefi ojlo omer la-gulgolet mispar nafshoteijem ish la-asher be-ohalo tikaju.
Cuando los israelitas fueron a hacer esto, algunos recogieron más y algunos menos.
Va-iaasú jen bnei Israel vailketu ha-marbé vehamamit.
Pero cuando lo midieron con un ómer, el que había tomado más no tenía nada adicional, y el que había tomado menos no tenía, de igual manera, poco. Habían recogido exactamente lo suficiente para que cada uno comiera.
Va-iamodu va-omer velo hedif hamarbé vehamamit lo hejsir. Ish lefi ojlo lakatu.
Moshé les anunció: “Que ningún hombre deje nada hasta la mañana”.
Vaiomer Moshe alehem ish al ioter mimenu ad boker.

Algunos hombres no escucharon a Moshé y dejaron una porción para la mañana. Se pudrió y se llenó de gusanos. Moshé se enojó con [estas personas].
Velo shamú el Moshe vaiotiru anashim mimenu ad boker vayarum tolaím va-ivash va-iktzof alehem Moshe.

[El pueblo] lo recogía todas las mañanas, según lo que comería cada persona. Entonces, cuando el sol se volvía cálido, se derretía.
Vailketu oto baboker baboker ish kefi ojlo. Vejam hashemesh ve-namas.
Cuando llegó el viernes, lo que recogieron resultó ser una porción doble de comida, dos ómers por cada persona. Todos los líderes de la comunidad fueron a informárselo a Moshé.
Vaiehi baiom hashishi laktu lejem mishné shnei ha-omer la-ejad va-iavou kol-nesiei haedá va-iaguidu le Moshe.

[Moshé] les dijo: “Esto es lo que El Eterno ha dicho: Mañana es día de reposo, el Shabat santo dell Eterno. Horneen lo que quieran hornear, y cuezan lo que quieran cocer [hoy]. Lo que hayan dejado de sobra, guárdenlo cuidadosamente hasta la mañana”.
Vaiomoer alehem hu asher diber Ado-nai Shabaton Shabat Kodesh la-Ado-nai. Majar et asher tofu efu ve et asher tevashlu bashelu ve et kol-ha-odef haniju lajem lemishmeret ad-haboker.
Lo guardaron hasta la mañana [del sábado], como Moshé había ordenado. No estaba podrido, y no había gusanos en él.
Vaianiju oto ad-haboker ka-asher tzivá Moshe velo ivísh ve-rimá lo haitá bo. 

Moshé anunció: “Cómanlo hoy, puesto que hoy es el Shabat dell Eterno. No hallarán [nada] en el campo hoy.
Vaiomer Moshe ijluhu haiom ki Shabat haiom la Ado-nai. Haiom lo timtzaú-hu basadé.

Han de recoger [este alimento] durante los seis días de la semana, mas el séptimo día es el Shabat, y en ese [día] no habrá nada”.
Sheshet iamim tilketuhu uvayom hashviíi Shabat lo ihié-bo.
Con todo, algunas personas salieron a recoger [comida] el sábado, mas no hallaron nada.
Vaiehi baiom hashvií iatzú min-ha-am lilkot velo matzá-u.
El Eterno le dijo a Moshé [que les dijera a los israelitas]: “¿Por cuánto tiempo se negarán a cumplir Mis mandamientos y Mi ley?

Vaiomer Ado-nai el Moshe ad-ana meantem lishmor mitzvotai vetorotai.
Deben comprender que El Eterno les ha dado el Shabat, y es por eso que el viernes les da alimento para dos días. [En el Shabat] toda persona debe permanecer en su lugar designado. No se puede dejar el hogar [para recoger comida] el sábado”.
Reú ki Ado-nai natan lajem haShabat al ken hu noten lajem baiom hashishi lejem iomaim shvu ish tajtav al ietzé ish mimekomo baiom ha-shvií.
El pueblo reposó el sábado.
Va-ishbetú ha-am baiom ha-shevií.
La Casa de Israel llamó [al alimento] maná. Parecía semilla de cilantro, [excepto que era] blanco. Sabía como una rosquilla de miel.
Vaikreú beit Israel et shmo “man”. Vehu kezera gad lavan ve-taamó ke-tzapijit bidvash.
Moshé dijo: “Esto es lo que El Eterno ha ordenado: Colmen una medida de ómer con [el maná] como recuerdo para sus descendientes. Ellos verán entonces el alimento que les di de comer en el desierto cuando los saqué de Egipto”.
Vaiomer Moshe ze hadavar asher tzivá Ado-nai: melo ha-omer mimenu lemishmeret ledoroteijem lemaaan irú et-halejem asher heejalti etjem bamidbar behotzií etjem me-eretz Mitzraim.
Moshé le dijo a Aarón: “Toma una urna y cólmala con un ómer de maná. Ponla delante dell Eterno como recuerdo para los descendientes de ustedes”.
Vaiomer Moshe el Aaron kaj tzintzenet ajat veten-shama melo-ha-omer man vehanaj oto lifnei Ado-nai lemishmeret ledoroteijem.
Tal como El Eterno le ordenó a Moshé, Aarón [más tarde] la puso delante del [Arca del] Testimonio como recuerdo.
Kaasher tzivá Ado-nai el-Moshe va-ianijehu Aaron lifnei ha-edut lemishmaret.
Los israelitas habían de comer el maná durante 40 años, hasta llegar a territorio habitado. Comieron el maná hasta llegar a las afueras de la tierra de Cnáan.
U-vnei Israel ajlu et-haman arbaíim shaná ad-boám el-eretz noshavet. Et-haman ajlu ad-boám el-ketzé eretz Kenaán.

Un ómer es la décima parte de un efá.
Ve-haomer asirit ha-efá hu.

 

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3 comentarios

Jorge panora marzo 30, 2021 - 3:22 pm

Shalom que bello

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Deny Elqui Salazar Gamarra enero 11, 2022 - 6:21 pm

Que hermoso

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Elsa enero 12, 2022 - 6:14 pm

Gracias por compartir la parashá del man

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