La mujer en Breslov

איך עושים ניסים בקלות

Una de las cosas más importantes que aprendemos de Rebe Najman es el valor del azut dekedushá, la santa chutzpá, o santo descaro.

Rabi Najman les planteó el siguiente interrogante a sus discípulos: “¿Por qué no convierten a sus esposas en jasidim?”. Ahora que Rosh Hashaná ya está a la vuelta de la esquina, ¿quizá sólo quería decir que cuando la mujer no comparte las ideas de su marido, no lo deja viajar a Uman para Rosh Hashaná?

Rabi Najman les planteó el siguiente interrogante a sus discípulos: “¿Por qué no convierten a sus esposas en jasidim?”.

O tal vez dijo esto como una forma de suavizar la relación matrimonial: si la esposa no aprecia el valor de dejar que su marido salga a estudiar durante las noches, o pase tiempo en el campo haciendo hitbodedut con Hashem, viviendo una vida de simplicidad y fe, entonces ¿cómo puede el marido seguir el camino de Rebe Najman? Estoy segura de que hay personas dentro del amplio mundo de Breslov que se adhieren a este punto de vista de la declaración del Rebe, pero a mí me enseñaron algo diferente. Ese primer punto de vista es cierto, pero estoy segura de que en realidad estaba haciendo referencia a algo mucho más profundo.

חודש ימים אנחנו בתהליך אינטנסיבי מדהים של פריחה ושגשוג

“¿Por qué no convierten a sus esposas en jasidim?” es el dedo del Rebe que nos está haciendo señas a nosotras, las mujeres, para que lo sigamos en su viejo-nuevo camino, ¡y qué bocanada de aire fresco y qué ráfaga de luz son las enseñanzas del Rebe para nosotras! Los sabios enseñaron la grandeza de ser un facilitador de la avodá (servicio Divino) de la otra persona; pero el Rebe Najman me enseñó que mi avodá también posee también un valor propio.

Tendemos a pensar que, como mujeres, estamos atadas a estas pequeñas cajas de acción: la familia, el hogar, el trabajo, la comunidad. ¿Cuál es esa gran avodá que yo también puedo ofrecerle a Hashem? Me enseñaron que no hay casi nada tan importante como mi descubrimiento de Él dentro de mi “caja”, dentro del lugar de las restricciones y las limitaciones. Y tengo el presentimiento de que un día aprenderemos (y realmente espero que sea pronto) hasta qué punto es de otro mundo la luz generada por nuestros intentos de revelar la presencia de Hashem dentro de los recipientes más diminutos y mundanos: lugares, tiempos, objetos y circunstancias.