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La grandeza de los Salmos

Autor: Chaim Kramer
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Recitar Salmos tiene el poder de despertar incluso a los desmotivados a arrepentirse. ¡Los Salmos también tienen el poder de dirigir nuestras plegarias a la puerta exacta para subir al Cielo!

Rebe Najman enseña: Es algo muy maravilloso recitar los Salmos a menudo (Likutey Moharan II, 73). Quien quiera arrepentirse completamente debe recitar los Salmos (Likutey Moharan II, 73).

Recitar Salmos tiene el poder de despertar incluso a los desmotivados a arrepentirse. ¡Los Salmos también tienen el poder de dirigir nuestras plegarias a la puerta exacta para subir al Cielo!

Hay veces que “no tenemos ganas” de arrepentirnos. Por la razón que sea, no nos sentimos motivados a retornar a Dios. También hay veces que sí intentamos arrepentirnos, pero no encontramos la puerta correcta. Hay doce puertas en el Cielo que corresponden a las Doce Tribus de Israel, y cada persona tiene que dirigir su plegaria a la puerta que corresponde a su propia tribu, ya que ninguna otra tribu le servirá. A veces ocurre que empezamos a arrepentirnos y encontramos con éxito la puerta que necesitamos, pero entonces nos damos cuenta de que, cuando llegamos allí, la puerta está cerrada. Recitar salmos tiene el poder de despertar incluso a los desmotivados para arrepentirse. Los salmos también pueden dirigir nuestras oraciones a la puerta exacta que necesitamos o incluso abrir la puerta apropiada (Likutey Moharan II, 73).

Por lo tanto, en la época en la que hacemos teshuvá – arrepentimiento – Elul, los Diez Días de Arrepentimiento, etc. – vemos que todo Israel está recitando los Salmos (Likutey Moharan II, 73).

 

Cuando vivía, mi Rosh Yeshivá sólo asistía a las manifestaciones en las que se recitaban los Salmos. Decía: “El poder de la recitación de los Salmos es muy grande, sobre todo cuando se recitan junto a un gran grupo de personas”.

 

Reb Isaac Sofer, residente de Breslov, recitaba todo el Libro de los Salmos dos veces durante la noche de Yom Kippur. [El Libro de Tehilim Salmos, contiene ciento cincuenta Salmos. Dos veces son trescientos, lo que equivale a la palabra hebrea para perdonar, כפר. Por lo tanto, es costumbre recitar los Salmos dos veces en Yom Kipur]. Una vez, Reb Noson pasó por la sinagoga del pueblo a primera hora de la mañana de Yom Kipur y oyó a Reb Isaac recitando los Salmos con “fuego” (gran anhelo y fervor). Después de que sus seguidores le dijeran que era la segunda vez que Reb Isaac completaba todo el Libro, y con el mismo fervor y entusiasmo que cuando comenzó, Reb Noson dijo: “Este nos pertenece a nosotros”. Poco después, Reb Isaac se convirtió en un jasid Breslovero (Sijot Vesipurim p. 144 #57).

 

(Tomado del libro Cruzando el Puente Angosto: Una guía práctica de las enseñanzas de Rebe Najman, capítulo 8: La plegaria)

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