Una vez, Moshe Landau, un acaudalado seguidor del Rebe Najman, regresó de un viaje de negocios a Berditchov. Al enterarse de que Rebe Noson estaba en la ciudad, fue a verlo de inmediato sin siquiera ir a su casa primero.
Rebe Noson lo recibió afectuosamente. Entonces, como de costumbre, comenzó a hablar con él sobre la importancia de servir a Dios en lugar de ir tras los deseos mundanos, que de todos modos no conducen a nada, ya que el mundo material está lleno de penurias.
Landau sonrió y le dijo: “Acabo de regresar de Berditchov con una excelente mercancía. Me siento perfectamente cómodo. ¿Qué puede haber de malo en este mundo?”.
Rebe Noson lo recibió afectuosamente. Entonces, como de costumbre, comenzó a hablar con él sobre la importancia de servir a Dios en lugar de ir tras los deseos mundanos, que de todos modos no conducen a nada, ya que el mundo material está lleno de penurias.
Rebe Noson respondió: “Un hombre puede regresar de un exitoso viaje de negocios y traer costosos regalos para su familia. Incluso podría traerle a su esposa un exquisito anillo de oro. Pero puede que a ella no le guste, y que entonces se inicie una discusión, y que él prefiera estar muerto a estar vivo”.
Landau, que efectivamente había comprado un anillo a su mujer, fue a su casa a dárselo. Tal y como había dicho Rebe Noson, ella quedó muy insatisfecha con el regalo y comenzó una discusión tal que Landau volvió corriendo a Rebe Noson, diciendo: “¡Oye, tenías razón!”.
Este mundo se compara con una sombra fugaz (Salmo 144:4). Podemos intentar por todos los medios de aferrarnos a su materialismo y disfrutar de lo que este mundo nos ofrece. Sin embargo, si nuestro propósito es obtener satisfacción constante de este mundo, nunca estaremos verdaderamente satisfechos. Esto se debe a que la naturaleza de nuestra corta vida aquí es prepararnos para nuestro futuro. Sin embargo, si utilizamos el materialismo para avanzar en nuestros objetivos espirituales, entonces nuestra vida se convierte en un trampolín para nuestra verdadera existencia permanente, y podemos disfrutar de lo mejor de ambos mundos.