La distancia es una virtud – 17 de Tamuz y las 3 semanas

A Land that Consumes Its Inhabitants! - Shelach Lecha

Hoy Moshé rompió los Diez Mandamientos y las tablas escritas por el “dedo de Dios” fueron destruidas. Estas tablas eran tan impresionantes que, si no hubieran sido destruidas, la luz de la Torá nos habría conectado con Dios de manera inseparable. En cambio, fueron destruidas y recibimos una Torá en la que se escondían las respuestas a los retos y dificultades de la vida que teníamos que encontrar.

 

Hay niños que parecería que no logran mantenerse alejados de los problemas y los líos. Su padre lo agarra de la mano y le muestra que su comportamiento es tonto. Pero el niño no puede soportar este enfoque directo y se vuelve rebelde de modo permanente, alejándose aún más.

Estas tablas eran tan impresionantes que, si no hubieran sido destruidas, la luz de la Torá nos habría conectado con Dios de manera inseparable.

 

Nosotros nos comportamos de la misma manera con Dios. Nos molestamos cuando nos sentimos desconectados o no entendemos el sentido de las dificultades. “¿Dónde estás?” gritamos. Pero en realidad, Dios se aleja y nos da espacio personal porque no podemos ver las cosas de otra manera. Esta era la Torá que necesitábamos.

בחג השבועות יש לנו קשר מיוחד עם הקב"ה אחד המיוחדים והייחודיים בתולדות הבריאה

Es más fácil crear una relación con un rey que viaja fuera de su palacio de forma extraoficial, que cuando está sentado en su trono. Esa es la oportunidad de oro que se nos presenta en estas, las tres semanas. Tal vez el verano sea un tiempo de inactividad, pero ahora, sin presión y sin que nadie nos lo imponga, tenemos la capacidad, en nuestros propios términos, de descubrir las conexiones eternas de la Torá con Dios que ahora se nos ocultan. Ojalá podamos lograrlo, amén.