Página principal El mundo de Breslov La canción del Tzadik se oye en el mundo entero

La canción del Tzadik se oye en el mundo entero

Autor: Yossi Katz
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Es esta canción lo que buscamos en la vida – esta canción que es parte de nosotros y parte de la Creación

El 18 de Tishrei es el aniversario del fallecimiento (histalkut) del Rebe Najman de Breslev. A pesar de que el Rebe no está junto a nosotros en el plano físico, probablemente hoy más que nunca lo sentimos con más claridad. El resplandor de su luz llega incluso a los lugares más oscuros del universo. Su nigún, su canción, puede oírse en los sitios más lejanos, integrada en la conciencia de la Creación misma.

El Rebe Najman enseña que el nigún del Tzadik, su canción, tiene el poder de acercar incluso al judío más alejado desde su desconexión y su falta de rumbo. De hecho, este ningún está tan inmerso en la voluntad del Creador que tiene un poder inigualable dentro de la Creación.

Esta canción de redención, esta frecuencia de teshuvá, retorno, y el Tzadik mismo son de muchas maneras un mismo concepto. La desaparición del Tzadik es meramente una etapa transformacional en la que logra liberarse de su confinamiento terrenal. En cierto sentido, el Tzadik se transforma en la canción misma que liberó en la tierra cuando estaba con vida. Es esta canción lo que buscamos en la vida – esta canción que es parte de nosotros y parte de la Creación, que une nuestras almas con la fuente más profunda de la Creación. ¿Acaso podemos seguir el camino del Rebe Najman?

¿Podemos quedar tan subsumidos en la canción del Tzadik y en su frecuencia que nosotros también logramos liberarnos?

La respuesta es que eso depende de que nos unamos al Tzadik y a su mensaje. Cuando lo hacemos, llevamos el poder de las enseñanzas del Rebe Najman a los lugares más profundos y más oscuris y los iluminamos eternamente.

Todos tenemos historias.

Todos estamos en un viaje de regreso a nosotros mismos con la esperanza de encontrar nuestra nekudá, nuestro punto de autenticidad sin las capas de falsedad que nos rodean con tanta frecuencia. Para esto tenemos al Tzadik, a nuestro guía, el Rebe Najman, cuya canción nos lleva hacia adelante y nos reúne.

 

Basado en Likutey Moharán 64

Es esta canción lo que buscamos en la vida – esta canción que es parte de nosotros y parte de la Creación

El 18 de Tishrei es el aniversario del fallecimiento (histalkut) del Rebe Najman de Breslev. A pesar de que el Rebe no está junto a nosotros en el plano físico, probablemente hoy más que nunca lo sentimos con más claridad. El resplandor de su luz llega incluso a los lugares más oscuros del universo. Su nigún, su canción, puede oírse en los sitios más lejanos, integrada en la conciencia de la Creación misma.

El Rebe Najman enseña que el nigún del Tzadik, su canción, tiene el poder de acercar incluso al judío más alejado desde su desconexión y su falta de rumbo. De hecho, este ningún está tan inmerso en la voluntad del Creador que tiene un poder inigualable dentro de la Creación.

A pesar de que el Rebe no está junto a nosotros en el plano físico, probablemente hoy más que nunca lo sentimos con más claridad.

Esta canción de redención, esta frecuencia de teshuvá, retorno, y el Tzadik mismo son de muchas maneras un mismo concepto. La desaparición del Tzadik es meramente una etapa transformacional en la que logra liberarse de su confinamiento terrenal. En cierto sentido, el Tzadik se transforma en la canción misma que liberó en la tierra cuando estaba con vida. Es esta canción lo que buscamos en la vida – esta canción que es parte de nosotros y parte de la Creación, que une nuestras almas con la fuente más profunda de la Creación. ¿Acaso podemos seguir el camino del Rebe Najman?

¿Podemos quedar tan subsumidos en la canción del Tzadik y en su frecuencia que nosotros también logramos liberarnos?

La respuesta es que eso depende de que nos unamos al Tzadik y a su mensaje. Cuando lo hacemos, llevamos el poder de las enseñanzas del Rebe Najman a los lugares más profundos y más oscuris y los iluminamos eternamente.

Todos tenemos historias.

Todos estamos en un viaje de regreso a nosotros mismos con la esperanza de encontrar nuestra nekudá, nuestro punto de autenticidad sin las capas de falsedad que nos rodean con tanta frecuencia. Para esto tenemos al Tzadik, a nuestro guía, el Rebe Najman, cuya canción nos lleva hacia adelante y nos reúne.

 

Basado en Likutey Moharán 64

 

 

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