Fuerte como un león

Una vez, cuando Reb Noson se encontró con Reb Meir de Teplik, aprovechó la oportunidad para preguntarle a Reb Meir sobre otro hombre que vivía en Teplik. Ese hombre había comenzado a estudiar con Rabi Noson y este quería saber más de él.

Rabi Meir le respondió de forma despreocupada; estaba claro que no tenía buena opinión de ese hombre.

Rabi Noson le explicó: “Escúchame. Si miras a la gente de forma crítica, acabarás denigrando al mundo entero. Quien mira a los demás de forma despectiva puede empezar literalmente por un extremo de la ciudad y juzgar desfavorablemente a todos. Finalmente, llegará a la conclusión de que nadie está realmente a su altura, y que él es el único judío genuino del pueblo”.

“Pero tampoco soy como debería ser un judío auténtico”, suspiró Reb Meir.

El Sefer Yetzirá nos dice que el signo astrológico del mes de Av es el león.

 

El Talmud nos dice que cuando los sabios desactivaron la Mala Inclinación al mal por la idolatría, un león de fuego surgió del Santo de los Santos. Rabi Noson explica que los deseos animales también son aludidos por este león. No es necesario aplastar estos deseos, pero estos deben ser sublimados a la santidad y utilizados para el bien. Por esta razón, se desaconseja el ayuno; hoy en día, adoptar ayunos adicionales está prohibido, salvo algunas excepciones reguladas. Se nos ordena casarnos y tener hijos; no es una mitzvá evitar esta relación. Al contrario, es una de las mayores mitzvot. Es la forma en que nos asociamos con Dios y la manifestación más elevada de tikkun habrit-rectificar el pacto. Los cabalistas explican que la letra tet -la letra asociada a Av- alude a tov, el bien; este bien también está asociado a Yesod, la rectificación del pacto.

 

Rebe Najman enseña que la diferencia entre utilizar nuestra naturaleza material de forma positiva o negativa no es muy grande cuantitativamente. Al fin y al cabo, sea cual sea la actitud de uno, se actúa igual. Necesitamos comer. Tenemos la mitzvá de procrear. Pero el enfoque principal de uno es el cumplimiento de la voluntad de Dios o el placer egoísta, ahí es donde radica la diferencia.

“Fortalécete como un león mientras sirves al Creador”. Estas palabras de nuestros sabios en Avot aluden a la superación de la destructividad del deseo físico mal empleado. Para enfocar el león de fuego interior, primero debemos aprender a tener paciencia. Tenemos que estar contentos con nosotros mismos, con lo que somos en este momento, aunque anhelemos llegar a ser mucho más.

 

Una plegaria

 

Querido Dios.

Por favor, muéstrame que los mismos rasgos que me causan tanta angustia son en realidad el camino hacia la verdadera conexión y la pureza.

Ayúdame a seguir anhelando pacientemente hasta que Tú permitas los pequeños ajustes de actitud y acción y transformes mis aspectos negativos en ventajas.