“El día en que naciste es el día que HaShem decidió que el mundo no podía seguir existiendo sin ti”. La profundidad de los estudios de nuestro gran maestro es increíble y esta enseñanza me llena el alma y me emociona hasta las lágrimas cada vez que pienso en ella. Incluso me atrevería a decir que esta es la enseñanza que más me emociona de Rebe Najman.
Continuamente pedimos al Creador que nos ayude, que nos atienda en nuestras súplicas y, en definitiva, que haga nuestra voluntad y no la Suya, que es la que realmente cuenta.
Y es que HaShem ha creado el mundo de una forma perfecta y si nos hiciera caso a todos esto sería un jaleo formidable. Si rezas y rezas y tu plegaria no parece tener respuesta es que esa es la respuesta de HaShem: mejor dejarlo como está.
El día en que naciste es el día que HaShem decidió que el mundo no podía seguir existiendo sin ti”. La profundidad de los estudios de nuestro gran maestro es increíble y esta enseñanza me llena el alma y me emociona hasta las lágrimas cada vez que pienso en ella. Incluso me atrevería a decir que esta es la enseñanza que más me emociona de Rebe Najman.
Moshe Rabenu es un gran ejemplo de ello. Recordemos que él rezó tanto para entrar en la Tierra Prometida (que no podría pisar) que HaShem tuvo que pedirle que dejara de hacerlo o, de lo contrario, tendría que permitirle la entrada y así no era como debía suceder. Y una vez más aceptó la Voluntad Divina y dejó de rezar para pedir entrar en Israel, dejó de lado su deseo personal y asumió que si HaShem así lo había determinado es que sería lo mejor para todos.
Es aquí cuando entra en juego la grandeza de esta enseñanza. El punto importante no es pensar que somos del todo insignificantes, que no Le importamos al Creador y que nuestros sentimientos y deseos no cuentan nada en absoluto.
¡Al contrario! HaShem tiene en cuenta el potencial de cada uno de nosotros, nuestra misión en la vida y lo que podemos aportar a los demás. Él quiere que vengamos a este mundo, que crezcamos y demos el máximo para lograr nuestra completa reparación espiritual. Y, sobre todo, Él sabe cuál es el orden de las cosas y cómo deben suceder para garantizar el éxito de nuestra misión en la vida. Si accediera a todas nuestras peticiones, el mundo debería ser creado de vuelta.
Entonces, si no viniéramos a este mundo, este no podría existir y si HaShem nos hiciera caso en todas nuestras peticiones, la Creación sería un caos.
Por lo tanto, lo más sensato es atenerse al Plan Divino y seguir (con mesura) el consejo del Sombrerero Loco que festejaba cada día su no-cumpleaños en la película “Alicia en el país de las maravillas”. Así es, agradece cada día tu estancia en este mundo, tu no-cumpleaños, y sé la mejor versión de ti mismo puesto que para eso HaShem creó el mundo entero.
Y si da la “casualidad “ de que hoy es tu cumpleaños, ¡muchas felicidades! o, como decimos en hebreo, Iom huledet sameaj!!!