Nuestros Sabios nos dicen que Isajar -o más bien Isasjar, ya que se escribe con dos “sin” en hebreo- era la tribu que recibió el don de la sabiduría para entender los tiempos y declarar los meses y los años bisiestos. Reb Noson explica que, en hebreo, la palabra Isasjar puede leerse “iesh sajar” – o sea, “hay una recompensa”.
Isajar -o más bien Isasjar, ya que se escribe con dos “sin” en hebreo- era la tribu que recibió el don de la sabiduría para entender los tiempos y declarar los meses y los años bisiestos.
La nueva luna se santifica cuando se hace visible el primer pedacito de luna por primera vez. Este aspecto de buscar y finalmente localizar el borde más pequeño de la luz de la luna en medio de la oscuridad representa el hecho de buscar y encontrar los puntos buenos en la oscuridad más densa. La tribu asociada con el mes de Adar es Naftali, que se compara a un ciervo.
El Rebe Najman explica que cuando nos conectamos con la esencia de una mitzvá, sentimos alegría en la mitzvá misma. En este mes trabajamos en el hecho de sentir alegría: porque “cuando entra el mes de Adar, aumentamos la alegría”. La esencia de Adar es la energía positiva que nos llena cuando nos sentimos recompensados por el simple hecho de vivir una vida espiritual: esto es lo que nos da la energía para hacer muchas cosas buenas.
Dado que Rosh Jodesh alude a encontrar el bien dentro de la oscuridad, el momento para agregar ese mes es en Adar, que es el mes más alegre de todo el año (Likutey Moharán I:5, Likutey Halajot, Hiljot Rosh Jodesh).