El mes de Elul

Elul-Time-to-Catch-Up

HaShem siempre es misericordioso, pero en este último mes del año lo es aún más.

 

El mes en el que apenas estamos entrando, Elul, es un periodo único en el que tenemos la oportunidad cada día, a cada momento, para arrepentirnos a tiempo de todos los errores que hayamos cometido durante el año y garantizar un próximo año lleno de bendiciones y abundancia. HaShem siempre es misericordioso, pero en este último mes del año lo es aún más.

 

En Rosh Jodesh Elul, Moshé Rabenu subió al Monte Sinai por segunda vez y permaneció durante 40 días para recibir las Segundas Tablas de la Ley. Solo hay que detenerse a pensar un momento en esta gran (segunda) oportunidad para darse cuenta del gran poder de misericordia del Todopoderoso.

 

En la vida tenemos muchas oportunidades de rectificar nuestro camino y HaShem nos enseñó con el ejemplo cómo, si se hace suficiente plegaria y se arrepiente de los actos, la persona se hace meritoria de una segunda oportunidad. Este ejemplo lo debemos tomar en nuestras vidas y actuar de esa forma con los demás, dándoles una segunda oportunidad cuando la persona muestra verdadero arrepentimiento.

 

En primer lugar, perdonar a la otra persona es bueno para nosotros mismos ya que nos liberamos de la carga pesada que supone guardar rencor a alguien. En segundo lugar, hay que recordar que así como uno actúa con los demás así actuará HaShem con uno mismo. Es decir, si somos ligeros para perdonar al prójimo, entonces también recibiremos un rápido perdón por parte del Eterno.

En la vida tenemos muchas oportunidades de rectificar nuestro camino y HaShem nos enseñó con el ejemplo cómo, si se hace suficiente plegaria y se arrepiente de los actos, la persona se hace meritoria de una segunda oportunidad.

Durante este mes concéntrate en revisar todos y cada uno de tus actos a lo largo de este último año. Pide perdón a todas aquellas personas a las que hayas ofendido y asegúrate de hacerlo de todo corazón.

 

Con la intención de despertar la Misericordia Divina, se comienza a tocar el Shofar desde el segundo día del mes de Elul y se continúa haciendo de forma diaria (excepto en Shabat) hasta la víspera de Rosh HaShaná. El sonido del Shofar no deja impasible a nadie. Algo se mueve en nuestra alma, las lágrimas brotan y de repente nuestra alma se abre y expresa sin palabras lo que está sintiendo, sus padecimientos y sus anhelos. En un momento imperdible, una experiencia única cada día, ya que van saliendo todos esos sentimientos que hemos ido acumulando a lo largo del año o de nuestra vida y que teníamos encerrados sin darnos cuenta.

 

HaShem pone a nuestro alcance multitud de medios para hacer jeshbón néfesh (hacer cuenta de nuestras acciones). Una de esas herramientas que podemos hacer en cualquier momento es la Hitbodedut, tal y como nos enseñó el Rebe Najman de Breslov. Otra de esas herramientas, que está delimitada a esta época del año, es la mitzvá de escuchar el Shofar. Así que aprovecha el momento y cumple con estas mitzvot desde hoy mismo para disfrutar de un año lleno de bendiciones y abundancia